La ultraderecha alemana pierde apoyos en medio de escándalos internos
El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha empezado a perder fuelle en los sondeos, además de varios donantes, en medio de las divisiones internas y escándalos protagonizados por representantes de su ala más radical.
La formación que aglutina el voto xenófobo se sitúa en los sondeos de cara a las elecciones generales del próximo septiembre entre el 9% y el 11%, lo que invierte la tendencia al alza que tuvo durante meses y le aleja del 15% que llegó a alcanzar.
Este cambio en la tendencia ha coincidido con el repunte del Partido Socialdemócrata (SPD) tras la designación como candidato de Martin Schulz, que en las encuestas ha llegado a superar el 31% de la intención de voto y a situarse por encima de los conservadores de la canciller, Angela Merkel.
La atención se centra ahora en el previsible pulso entre Schulz y Merkel, a la que apenas un mes atrás se veía casi como imbatible, mientras que en el caso de AfD parece haberse frenado el empuje que se le pronosticó.
Ello se produce tras los sucesivos escándalos en torno a uno de sus líderes regionales, Björn Höcke, contra el que se ha abierto un expediente de expulsión tras criticar en un mitin la existencia de un monumento a las víctimas del Holocausto en Berlín.
Höcke pidió disculpas por sus palabras el pasado fin de semana en un acto del partido, pero su gesto se ha considerado más una maniobra estratégica para zanjar el caso, que un arrepentimiento sincero.
Sus declaraciones provocaron un gran revuelo, pero no es un caso aislado en una formación continuamente salpicada por escándalos parecidos al de Höcke, al que se considera un captador de electores entre el neonazismo.
La semana pasada salió a la luz que una candidata de Baviera, Elena Roon, había difundido una foto de Adolf Hitler en un chat que mantenía con diversos compañeros. Sobre la imagen aparecía el letrero “desaparecido desde 1945” y bajo ella el mensaje “Adolf, por favor, regresa, Alemania te necesita”.
AfD no solo ha perdido fuelle en las encuestas de opinión sino también varios donantes, según informa la edición digital del semanario “Focus”, que se remite a fuentes internas y estima las pérdidas en unos 100.000 euros.
El partido celebrará el próximo abril su congreso federal en Colonia, cita en la que debe definirse una línea conjunta de cara a las elecciones generales tras meses de divisiones internas entre sus dos copresidentes, Frauke Petry, el rostro más mediático del partido, y Jörg Meuthen, que no está dispuesto a cederle terreno.
Una de las iniciativas unilaterales de Petry, no consensuadas con su compañero de liderazgo, fue su viaje, esta semana, a Moscú, destinado a estrechar lazos con el partido Rusia Unida del presidente Vladímir Putin, a través de destacados diputados en la Duma. Petry se reunió con el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, un político muy cercano a Putin.
Al margen de las divisiones internas, la propia celebración del congreso federal está destinada a ser tumultuosa, ya que se prevén manifestaciones de protesta.
La cadena hotelera alemana Maritim, donde está previsto que se celebre, anunció la semana pasada que no alquilará más sus locales a la formación, tras explicar que no podía cancelar el compromiso ya suscrito para el congreso por razones contractuales.