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Análisis Forza Horizon 2: libertad total al volante

Forza Horizon 2

Alberto de la Vara

Damos paso a uno de los títulos de conducción que ya forma parte de una serie que podríamos decir que se ha convertido en un “must” para los amantes de los coches. Hablamos de Forza, una saga tradicionalmente de simulación en circuito cerrado, que hace no mucho tiempo dio un giro a la propuesta con Forza Horizon en Xbox360.

Ahora le toca el turno a la secuela, que se estrena también en Xbox One, y nada más introducirnos en el juego nos damos cuenta de que no se trata de un título de conducción más. Playground Games ha vuelto a repetir la hazaña para llenarnos de las grandes sensaciones que trasmite el placer de conducir, y para ello han innovado en muchos aspectos dentro del género y por supuesto dentro de la propia saga, incluyendo novedades que se suman al título anterior y que consiguen erizar todos vellos capilares de los amantes de los coches caros, gracias a la absoluta libertad que podemos llegar a sentir al volante. Por lo tanto, es posible que estemos hablando del título de conducción por excelencia en las consolas de Microsoft, al menos de momento.

Parte de su éxito del original radicó en el equilibrio que proponía, ni 100% simulador, ni 100% arcade, sino algo a medio camino entre ambos géneros, aunque claramente decantado hacia la primera opción. Es indiscutible que Playground Games ha sabido seleccionar todo aquello que hizo bien en el pasado y eliminar algunos detalles criticados duramente como el sistema de pagos que tuvo el juego de su “compañía colaboradora” Turn 10, Forza Motorsports 5.

Sin duda este nuevo juego de la saga está hecho para todos los amantes de la conducción que disfrutan de ella como un fin en sí mismo. Podremos tomar cualquier carretera y simplemente conducir sin rumbo prefijado, descubriendo cada rincón del enorme escenario de juego, o por el contrario dirigirnos a los puntos de control, para someternos a pruebas y competiciones con otros coches.

La introducción ya nos pone en sintonía con lo que tendremos por delante: una cuenta atrás narrada por una voz femenina en Off que va contándonos las razones por las que conducir “mola”. Se tratan de unas secuencias de imágenes reales en las que nos invitan a olvidarnos de todo lo demás y sumergirnos en el festival Horizon, un lugar “ideal” donde no existen problemas, ni frustraciones, ni facturas a final de mes, ni horarios de trabajo… Solamente sentarte en el asiento de tu coche favorito y disfrutar pisando el acelerador por los bucólicos paisajes mediterráneos que nos ofrece Francia e Italia.

Nada más empezar el juego nos ofrecen un cochazo para acudir a la inauguración del festival. No hay reglas, no hay límites de tiempo, y no hay presiones, salvo la ambición por ganar las carreras y que será una de las constantes que reinarán en este juego. Lo más probable es que este inicio sea una manera original de que vayamos probando y poniendo a prueba nuestras habilidades como conductor en Forza Horizon 2. Inevitablemente empezaremos a acelerar más cada vez, empezaremos a adelantar a los coches con los que nos crucemos y en definitiva a picarnos, porque así es la condición humana. Pronto nos damos cuenta de que no necesariamente tenemos por qué seguir la línea que nos marca el camino y nos veremos saliéndonos de las vías pre-establecidas para explorar los alrededores y disfrutar con los espectaculares paisajes con los que cuenta este juego.

El juego como tal, comienza una vez que lleguemos al evento y nos den a elegir entre tres de los coches que tendremos disponibles, para que podamos inscribirnos en la primera carrera de muchas.

Muchos que ya estén leyendo estas líneas pueden pensar que este juego no está hecho para los más “puretas” amantes de la simulación, pero nada más lejos de la realidad. En nuestra opinión Forza Horizon 2 combina a la perfección la diversión clásica del arcade con un control y una respuesta del coche lo suficientemente realista como para quitarnos de la cabeza el hecho de ir haciendo el loco al volante sin que el coche pierda totalmente el control. Y es que tendremos que calcular bien los tempos y las trazadas de las curvas para que un frenazo mal dado no nos empotre contra la mediana o contra otro conductor. Lo primero que llama la atención de este título es precisamente eso: que a pesar de su aspecto arcade, el coche responde a los movimientos bruscos con total realismo, derrapando y saliéndose de la pista en los virajes más extremos. Asimismo un impacto o un choque en el momento más inoportuno, puede hacernos pasar del primer puesto al último en un abrir y cerrar de ojos.

No solamente el comportamiento y las respuestas del coche están muy logradas, también las propias características de los coches afectarán en gran manera en su conducción. Por eso, no será lo mismo conducir un coche con tracción a las cuatro ruedas que un deportivo con tracción trasera en mitad del campo, por poner el ejemplo más evidente. De esta manera podremos escoger entre todas las posibilidades para quedarnos con la que más nos guste o simplemente con la que mejor se ajuste a nuestras características como conductor.

Ahora bien, al margen de todas las bondades gráficas que permite una consola de la nextGen como la Xbox One y que ofrece un aspecto bastante espectacular respecto a sus predecesores, una de las grandes novedades de este título radica en la posibilidad de circular campo a través con mayor libertad que en el primer Horizon. El coche se adapta igualmente al terreno dependiendo de sus cualidades y sus característica, y si algo sale mal, siempre podremos recurrir al “rebobinado” marca de la casa para corregir errores.

En cualquier caso, en este título podremos configurar las propiedades de todos los coches, apostando más por el realismo o por el arcade, haciendo que una misma carrera pueda parecernos una experiencia totalmente diferente dependiendo del tipo de configuración que hayamos elegido: Con o sin ABS, tracción trasera o 4x4…

Otro de los puntos fuertes que tiene Forza Horizon 2 son los repentinos cambios en la meteorología en el que podremos pasar de un soleado día primaveral a un chaparrón de los de chaleco salvavidas. Una vez más, la respuesta del coche ante las diferentes condiciones atmosféricas se ve afectada de manera notable.

Por otra parte, se intuye una intencionalidad bastante destinada al mero disfrute de la vista. Los paisajes están llenos de una gran variedad, tanto cromática como estética, muy rica en luces y sombras, y con unas animaciones y progresiones de noche-día tan “creíbles” que en ocasiones nos darán ganas de echar el freno de mano, subir a lo más alto de “Castelleto”, bajar las ventanillas y ver el amanecer desde nuestra cabina de conducción. Muy buen trabajo por parte del equipo artístico que se ha tomado muchas molestias en la elaboración de todos los detalles, desde las más cuidadas texturas de la visión interior de puesto del conductor, pasando por la última brizna de hierba de la campiña que atravesaremos a toda velocidad, hasta las marcas y arañazos que irán deteriorando la carrocería de nuestro coche.

Otra de los “puntazos” de este juego es la radio, que nos acompañará a lo largo de todas nuestras travesías. Poco a poco a iremos contando con más emisoras y canales que podremos escoger acorde a nuestros gustos. En este sentido, el juego te da la oportunidad de que elijas la banda sonora que quieras ponerle a tus rutas, desde el más clásico Rock melódico hasta la música electrónica más actual. Por ello este juego, además de alejarse un poco de los estereotipos adolescentes con valores superficiales que suele acompañar a los títulos de conducción, se deja querer por los públicos más “adultos” y sofisticados sin perder el espíritu joven de ese “corcel” que un día fue potrillo desbocado.

Respecto al contenido, si un total de más de 200 coches 316 carreteras y 16 torneos te parecen escasos, ya han anunciado mejoras que añadirán en un futuro más coches, circuitos y retos para alargar la duración y la vida útil del juego, pero con el contenido de base, lo cierto es que da para disfrutar un incontable número de horas.

El juego ha implementado un sistema de mejoras que se podrá tomar en dos sentidos: En mejoras hacia el coche y en mejoras hacia el jugador. En ambos casos, se nos presenta la posibilidad de ir adquiriendo mejoras y experiencia, lo que hace que este juego nos pueda tener horas y horas delante de la pantalla sin apenas darnos cuenta. Por lo tanto cada vez que ganes experiencia y subamos de nivel, se irá engordando nuestro garaje con más coches, así como nuestras arcas, ya que también nos premiaran con “crédito” que servirá para ir desbloqueando determinados “power-ups” y mejoras para los coches.

La posibilidad de hacer “clubs” se convierte en algo muy divertido en los modos Online, ya que genera altas dosis de piques y retos, en los que se puede comprobar quién es realmente bueno al volante y quién no, además de que podrás ir generando más desafíos para que el juego no pierda dinamismo.

Para terminar, es necesario pararse a comentar algunas pegas que se podrían resaltar en este juego, como el hecho de que a pesar de tratarse de un título con unas físicas y unos comportamientos bastante conseguidos, en ocasiones quedan muy lejos de la realidad, sobre todo en el caso de los choques y accidentes. Por otra parte, nos quedamos con la sensación de que a pesar del atractivo del escenario de juego, no hay una variedad tan descabale como la que vimos en el primer Forza Horizon, y se repite la estética de algunas zonas del juego más de la cuenta.

Uno de los grandes atractivos del juego son los radares, que lejos de “caparnos” para que pisemos el freno, nos invita a que pasemos por ellos a tanta velocidad como podamos, es una opción que ayuda además a fomentar la rivalidad entre corredores, que verán sus cifras publicadas en los rankings mundiales.

Por otro lado, el juego vende una inteligencia superior en los coches rivales, controlada por los drivatares, que una vez que te adentras en el juego te das cuenta que no es para tanto. Veremos movimientos y estrategias que no son propias de un controlador humano, y que desde luego, llaman la atención con un simple vistazo.

A pesar de todo, insistimos que si eres un “freak” de la conducción y disfrutas como un enano simplemente conduciendo un coche, aunque sea virtual, probablemente Forza Horizon 2 te resulte una grandísima propuesta, que para muchos ya se trata de la mejor que dispone Xbox One hata la fecha.

Lo mejor:

  • La libertad que ofrece un mundo abierto tan grande
  • El cuidado apartado artístico y gráfico

Se trata de un juego mas “social”.

Lo peor:

  • La IA de los Drivatars
  • Algo arcade para los amantes de la simulación pura y dura
  • Algunas opciones disponibles se pierden en misiones y en el multijugador.
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