33 años de internamiento para el riojano que apuñaló a 5 personas en Lleida
La sección primera de la Audiencia de Lleida ha condenado a 33 años de internamiento al estudiante de medicina logroñés Alejandro R.V., que el 22 de septiembre de 2014 apuñaló a cinco personas en diez minutos en la ciudad y después prendió fuego al piso que tenía alquilado, en el que los Mossos d'Esquadra encontraron dibujos de simbología neonazi y textos amenazantes.
Ha sido condenado como autor responsable de un delito de incendio y cinco delitos de asesinato en grado de tentativa, pero concurren en estos delitos la eximente incompleta de alteración de anomalía psíquica y el atenuante de confesión, ya que “la sentencia reconoce que tiene una patología psiquiátrica y le añaden un agravante de racismo”, ha explicado a Europa Press su abogado, Jon Zabala.
La condena rebaja en 50 años la petición de los abogados de las víctimas, que en el juicio celebrado entre el 27 de febrero y el 2 de marzo pidieron 86 años de cárcel, mientras que la Fiscalía solicitaba 81.
También se condena al joven al pago por responsabilidad civil de unos 285.000 euros, menos de la mitad de lo que pedían las víctimas, y le exige un alejamiento durante siete años de las personas a las que les clavó un cuchillo, ha señalado el letrado.
Para el abogado, lo más importante de la sentencia es que se acuerda una medida de seguridad “consistente en el internamiento del acusado para tratamiento médico en un establecimiento adecuado para la anomalía psíquica que padece”.
“La sentencia está reconociendo que es un enfermo, no como dijeron algunos forenses, que afirmaron que no tenía ninguna patología”, ha remarcado Zabala.
ABSUELTO DE UN DELITO DE LESIONES
También se absuelve al joven de un delito de lesiones al hijo de una mujer argelina que fue apuñalada y que presenció la agresión --entonces tenía cuatro años--.
Cuando el juez le ofreció la oportunidad de pronunciarse por última vez al finalizar el juicio, el joven, que el primer día se negó a responder a las preguntas de las acusaciones y de su propio abogado, decidió pedir perdón.
“Pido perdón a las víctimas, a sus familias y a la mía propia por los daños causados. Me arrepiento de todo, no fue voluntario, no me pude controlar. Lo siento, pido perdón por ello”, dijo el acusado, que hasta entonces se encontraba en prisión preventiva en la cárcel de Zaragoza.
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