A vueltas con las migraciones
A pesar de que la inmigración es un asunto de rabiosa actualidad, más aún en plena campaña electoral, es evidente que no es ninguna novedad. Desde tiempo inmemorial el ser humano se ha trasladado de un lugar a otro con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida. Y todo parece indicar que seguirá siendo así.
La Universidad de La Rioja acoge el primer Encuentro Internacional de Migraciones con objeto de abordar este asunto desde “múltiples perspectivas”, como reconoce delegado del rector para responsabilidad social en la UR, Gregorio Sesma. La acogida de los inmigrantes en España en estos momentos, la emigración de españoles desde finales del siglo XIX y los desplazamientos desde el ámbito rural al urbano son objeto de análisis en esta iniciativa que tiene previsto congregar a medio centenar de representes políticos, entidades sociales, educativas, emigrantes y expertos académicos, entre otros.
Alrededor de cincuenta personas se han dado cita en la sesión inaugural. Dori Rojas ha sido una de ellas. Esta refugiada uruguaya implicada en el proyecto Entre soles y lunas, coordinado por la UNESCO, aboga por “un proceso de migración más humano y más digno”, sin tan elevado número de víctimas mortales y con una mayor preocupación por la integración y la acogida. “El movimiento migratorio no va a parar. Forma parte esencial de la evolución humana”. En su opinión es preciso que todos, ciudadanos y Gobiernos, presten más atención a este asunto, cuyas consecuencias en los países de origen afectan al desarrollo económico, cultural y social. “Se produce un profundo desarraigo social”.
Rojas habla también de cómo personas con una completa formación académica y laboral se trasladan a otros lugares donde no pueden ejercer su profesión. Es por ello que insiste en una mayor sensibilización para que la “migración se sitúe en el lugar que se merece”. En cuanto a la propuesta del Partido Popular de obligar a los inmigrantes a firmar un documento en el que expresen su aceptación de las normas y costumbres en España, Rojas muestra su total desacuerdo. “El ser humano tiene su propia identidad. Debemos trabajar por la integración no por la separación. Está claro que hay que aceptar los códigos y normas del lugar al que se va, pero no se puede renunciar a la esencia de uno mismo”, continúa.
MIGRACIÓN RURAL
Raquel Ramírez es miembro de la asociación Panal dedicada al desarrollo rural en Nalda. Para esta mujer “la inmigración está claro que es un derecho, pero no se puede ejercer sin trabajo”. Desde su perspectiva es necesario mejorar las condiciones en los países de origen, donde debe implementarse un modelo económico sostenible. Otro de lo asunto que más preocupa a esta organización es la pérdida de identidad de los pueblos. “Las migraciones hacen que se pierda la variedad, los distintos matices culturales, tanto de personas como de pueblos”.
El ambiente en el vestíbulo del Edificio de Filología es formidable a primera hora de la mañana del jueves. Gregorio Sesma confía en que siga así a lo largo de las dos jornadas. “La Universidad de La Rioja cumple con su compromiso de atender las demandas sociales y, en especial, con los más necesitados. Es nuestra manera de estar cerca de a sociedad”, concluye.
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