Abbas pide a Fayyad que siga como primer ministro hasta formar un gobierno de unidad
El propio Fayyad anunció que su dimisión sería efectiva en el momento en el que se formara el nuevo gobierno o “a finales de este mes, a más tardar”, haya o no acuerdo entre Al Fatá y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), indicó en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Maan.
Inmediatamente después del anuncio de Fayyad, Abbas informó de que había solicitado al primer ministro que permaneciera en su puesto hasta que culminen las negociaciones políticas.
Abbas explicó que la dimisión de Fayyad busca impulsar la negociación entre los distintos grupos políticos palestinos con el fin de lograr un gobierno de consenso. Además, manifestó su aprecio por la labor desempeñada por Fayyad en los últimos veinte meses, con medidas en economía, vida social, reforma y seguridad.
En su carta de dimisión, Fayyad aseguró que el Gobierno que preside ha hecho “todos los esfuerzos posibles para evitar el empeoramiento de la situación económica y el caos” y destacó que “el diálogo es una oportunidad preciosa que debe emplearse para poner fin al actual estado de fragmentación”. “El diálogo debería servir de cimiento sólido para lograr la unidad y la reconciliación”, agregó.
Fayyad mostró sus esperanzas de que el nuevo gobierno pueda cumplir con las aspiraciones palestinas de poner fin a la ocupación y crear un estado en los territorios ocupados en 1967 con Jerusalén como capital.
Hamás ya ha respondido que se esperaban la dimisión de Fayyad, pero volvió a condenar la actuación de Mahmud Abbas, al que acusó nuevamente de haber formado un Gobierno anticonstitucional y que responde a intereses privados, según indicó el portavoz del grupo islamista, Fawzi Barhum.
“No creemos que esta dimisión tenga nada que ver con las conversaciones de El Cairo ni con la formación de un gobierno de unidad palestino. Más bien es el resultado de los desacuerdos personales entre Fayyad y Abbas”, afirmó Barhum.
Hamás denuncia que el Gobierno de Fayyad fue nombrado por Abbas, pero no fue ratificado por el Parlamento palestino, controlado por el grupo islamista, por lo que denuncia su falta de legitimidad.
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