Adictos, pero no 'raritos'
Un estudio firmado por psicólogos australianos descarta que la adicción a los juegos esté asociada con una merma de las habilidades sociales. El 15 por ciento de los sujetos observados en esta investigación eran “jugadores adictivos”, que pasaban un mínimo de 50 horas semanales delante de la pantalla. No obstante, sólo un uno por ciento de ellos eran personas asociales. Daniel Loton, autor principal, aclara que sus hallazgos contradicen el estereotipo de que los aficionados a los videojuegos tienden a ser personas solitarias, extrañas y adictos a esta forma de entretenimiento porque en realidad no son capaces de relacionarse con otras personas.
Los expertos, de la Universidad Victoria, aclaran que, de acuerdo con sus observaciones, “el juego no es la causa de los problemas sociales, y tampoco es cierto que la gente se aficione al juego porque arrastra este tipo de trastornos”. “Es importante tener en cuenta -añaden- que incluso los adictos más graves suelen carecer de problemas sociales y tienen una autoestima dentro de la normalidad”.
Loton ha declarado que las características que definen a los jugadores problemáticos son abuso de tiempo que interfiere en su trabajo, descanso y relaciones más estrechas, así como incapacidad para dejar de jugar.
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