Al borde de una operación en la frontera turca con Irak
Turquía aseguró ayer, por enésima vez en las últimas semanas, que se le está acabando la paciencia y que el lanzamiento de una operación militar transfronteriza para luchar contra el terrorismo kurdo en el norte de Irak es inminente. La jornada se caracterizó además por el anuncio de la muerte, a manos del Ejército turco, de más de 30 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) cerca de la frontera con Irak. “Irak no debería ser una fuente de amenaza contra los países vecinos. Aunque respete la integridad y unidad territorial de Irak, a Turquía se le acaba la paciencia y ya no tolerará más el uso de suelo iraquí para el objetivo de lanzar actividades terroristas”, señaló el presidente de la República, Abdulá Gül, durante la apertura ayer en Ankara de un encuentro de ministros de Asuntos Exteriores de la Organización para la Cooperación Económica en el Mar Negro (BSEC).
En la misma línea se expresó unos minutos después el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. En declaraciones a la prensa durante su visita oficial a Rumanía, el mandatario advirtió de que será Ankara, y no Washington, quien decida cuándo las tropas turcas efectúan incursiones militares en el norte de Irak contra los milicianos kurdos que se esconden en la región.
En este sentido, manifestó que Turquía estaba deseosa de que Estados Unidos colabore, en calidad de “aliado estratégico”, en la lucha contra el PKK. Sin embargo, no dejó claro si quería significar que ambos países podrían alcanzar un acuerdo para desplegar una ofensiva militar conjunta en el norte de Irak.
MÁS DE 30 MUERTOS
Mientras, las Fuerzas Armadas indicaron en un comunicado que más de 30 miembros del PKK han muerto a manos del Ejército turco en previsión de un ataque que insurgentes kurdos iban a lanzar contra un puesto militar fronterizo entre Turquía e Irak el pasado martes.
“Las fuerzas de seguridad del puesto militar de Yesilova, en la frontera entre Turquía e Irak, reconocieron a un grupo grande de terroristas que se disponía a atacar el cuartel hacia las 22:00 horas (una hora menos en la España peninsular) del 23 de octubre”, anotó el Estado Mayor en su página web. A continuación, los soldados abrieron fuego contra los milicianos kurdos con tanques, cañones y armamento pesado. Los terroristas del PKK trataron entonces de escapar hacia territorio iraquí, por lo que fueron perseguidos por las tropas.
“Las operaciones en el área continúan. Las Fuerzas Armadas de Turquía seguirán cumpliendo con sus compromisos de preservar la integridad nacional, la paz y la seguridad del pueblo turco”, apostilló el comunicado.
Por su parte, un portavoz del PKK, Abdul Rahman al Shaderji, aseguró a la prensa iraquí que el grupo armado acogería “positivamente” cualquier oferta de “solución política” a la actual escalada de tensión con Turquía. Sin embargo, acotó que los insurgentes han tomado las medidas militares necesarias y que podrían ejecutar ataques
tanto en territorio turco como en el Kurdistán iraquí si las eventuales negociaciones no prosperasen. Sin embargo, Turquía ya se ha negado a negociar con lo que considera una “organización terrorista”.
Asimismo, el PKK indicó, en un comunicado difundido ayer por la agencia de noticias prokurda Firat, que los ocho soldados turcos secuestrados el pasado domingo se encuentran retenidos en “áreas de la guerrilla” en Turquía. La misma agencia había mostrado hace dos días fotografías de los soldados y todo ellos parecían gozar de un buen estado de salud.
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