Ángel Gabilondo sugiere una enseñanza obligatoria hasta los 18 años de edad
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, esbozó hoy la posibilidad de que “haya una enseñanza obligatoria hasta los dieciocho años, como en otros países ocurre”, como respuesta a la propuesta del Partido Popular de instaurar un bachiller de tres años.
En cualquier caso, Gabilondo advirtió, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, que esta propuesta no va darse para “mañana por la tarde”, pero añadió que, por ejemplo, “Portugal lo tiene”.
Y es que, según explicó, el sistema actual es “demasiado rígido”, pero insistió en que para que la reforma sea posible “tiene que ser más flexible y contar con distintas posibilidades dentro de las formas de hacer Bachiller”.
En referencia al pacto de educación, Gabilondo aseguró que confía “absolutamente” de la disposición de un partido como el Partido Popular, “con vocación, voluntad y expectativas de gobernar, que representa una voluntad de diez millones de ciudadanos”, por lo que añadió que respeta y cree “lo que han dicho”.
Asimismo, indicó que “si como resultado del pacto hay que hacer modificaciones legales, se harán”. Sin embargo, la propuesta de ley por parte del PP del pasado martes, según la cual el profesor sería una autoridad pública, sólo obtuvo el respaldo de Unión del Pueblo y Democracia.
SIN “AÑORANZA DEL AUTORITARISMO”
En este caso, el ministro socialista explicó que en este punto “no hubo encuentro pero no en el asunto sino en la ocasión para hacer eso”. Así, ofreció su punto de vista al decir que “el tema no es la autoridad del profesor, sino que debe estar englobado dentro de una política más integral”, y concluyó: “tienen razón quienen piensan que en el corazón mismo de la democracia hay un debate también sobre la autoridad. Yo creo que es necesaria socialmente, al igual que en las familias”. Aunque ha dejado claro que no pasará por “ninguna añoranza del autoritarismo anterior”.
Por otro lado, Gabilondo se refirió a la 'Plataforma 2.0', que ha inaugurado los últimos días en varias comunidades, como un programa educativo que “abre nuevos lenguajes, nueva tecnología y nueva sociedad en las aulas”. Pero advirtió que “no hay que preocuparse”, ya que seguirá habiendo “buenos libros, buenos profesores y, como no, habrá que seguir estudiando”. Con esta idea, explicó que hay que saber adaptarse a las nuevas tecnologías digitales, sin olvidarse de lo esencial.
Por último, en materia de presupuestos, el ministro dijo que el Pacto de Educación debe incluir “una inversión fija, gobierne quien gobierne”. “Las reformas cuestan dinero”, apostilló pese a reconocer que de 2001 a 2009 se ha hecho un esfuerzo espectacular subiendo un 80 por ciento la inversión en educación. “Pero no es sólo el dinero, hay que evaluar los resultados, porque toda la sociedad ya ha hecho un esfuerzo desde sus impuestos y tenemos que mejorar la calidad de la educación”, concluyó.
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