ARAG-ASAJA pide la convocatoria urgente de la Mesa Ganadera ante lo sucedido en las Siete Villas
ARAG-ASAJA ha pedido hoy al Gobierno de La Rioja la convocatoria urgente de la Mesa Ganadera para abordar con “decisiones urgentes” la desesperación del sector ante los últimos acontecimientos sucedidos.
La organización agraria ha sido especialmente crítica con las consejerías de Agricultura y Sostenibilidad a quienes recuerda lleva meses advirtiendo de la situación límite en la que se encuentran los ganaderos de extensivo tras prohibirse en La Rioja la caza del lobo, y constarte que esta especie está en expansión al haber aumentado su presencia de 14 a 47 municipios.
“Durante todo este tiempo, el Gobierno no ha hecho más que darnos buenas palabras, buscar la foto, y tardar casi dos años en presentar un documento con un plan de medidas que se hubiera podido haber hecho en una tarde”.
Por este motivo, ARAG-ASAJA ha exigido al Ejecutivo que convoque cuanto antes la Mesa Ganadera para recuperar el diálogo y aplicar el principal acuerdo alcanzado entre las partes en el foro Social de la Ganadería Extensiva y el Lobo: “intervenir con medidas control de acuerdo a la legislación vigente, si el nivel de daños en La Rioja es alto”.
En concreto, este acuerdo establecía un sistema de modelo de semáforo que dispone tres tipos de respuestas ante diferentes situaciones de daños que puedan darse por los ataques del lobo, estableciéndose en el tercer nivel- intervención (rojo) que si el nivel de daños fuese alto, “la Administración debe intervenir hasta solucionar el problema”, abriendo incluso la posibilidad de que en este nivel se pueda recurrir a medidas de control (extracción de ejemplares de acuerdo con la legislación vigente).
En base a ello, ARAG-ASAJA ya solicitó una reunión a la consejería de Agricultura tras los últimos ataques de lobo que se habían producido durante el mes de mayo en el valle del Alto Leza y las siete Villas, y dado que el nivel de daños en el ganado que había sido documentado y certificado por los agentes forestales de la Consejería de Sostenibilidad correspondía a ataques por lobo.
Sin embargo, “la rabia, desesperación, hartazgo que viven diariamente los ganaderos con retrasos en el cobro de indemnizaciones y un sinfín de controles burocráticos, ha sido más rápida que la actuación de la Administración” y prueba de ello ha sido el primer abandono de una explotación ganadera en Laguna de Cameros que esta misma semana se conocía.
Una decisión que la organización lamenta profundamente porque “de haber actuado de otra forma se podía haber evitado, y que, de no atajarse, conducirá a una región sin ganaderos en la sierra, sin explotaciones de ganadería extensiva, y sin un modo de vida económico que garantice la vida en los pueblos, como así ha constatado el último Censo Agrario”.
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