Archivos secretos en el tren
Richard Jackson, de 37 años, admitió haber vulnerado la normativa sobre documentos secretos al sacar de su lugar de trabajo, sin darse cuenta, una carpeta con documentos confidenciales que después olvidó en el tren entre Londres y Surrey, donde reside.
El juez Timothy Workman advertía al dictar sentencia que si se hubiera producido un problema de seguridad nacional habría sido inevitable una condena de reclusión, en lugar de la multa que se ha impuesto. Jackson fue suspendido tras el incidente, ahora ha recuperado su trabajo en el Ministerio de Defensa, pero en una posición tres grados inferior.
De acuerdo con el abogado defensor, en el momento de la pérdida el acusado estaba sometido a una presión extrema. “Podría deberse en parte a su propia función, al equipo que dirigía y al trabajo que se le estaba pidiendo que realizara que cometiera un error tan grave”, ha dicho. Jackson no informó de la pérdida hasta el día siguiente, porque sus superiores se encontraban de viaje. La fiscal indicó que ese retraso supuso un obstáculo para tomar medidas a tiempo y recuperar los archivos.
Uno de los documentos estaba clasificado como máximo secreto, el resto eran confidenciales.
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