Asalto al quinto
El Caja Rioja ha conseguido, en las últimas jornadas, dar el paso adelante que les pidió Jesús Sala a sus jugadores al comienzo de la segunda vuelta. Tras derrotar a dos grandes y, sobre todo, después de la espectacular victoria en Gijón, los riojanos han conseguido ser vistos como un serio aspirante a cosas muy grandes. Por si fuera poco, el equipo logroñés tiene la oportunidad de dar el viernes un golpe de efecto aún mayor.
Porque los de Jesús Sala pueden lograr cuatro victorias en cinco partidos, una racha muy buena que les colocaría en cifras sólo manejadas hasta ahora por los primeros equipos de la tabla. Si los resultados acompñana, el Caja Rioja podría, incluso, terminar el viernes en cuarta posición, espoleado además moralmente.
Como siempre, la receta pasa por ser ellos mismos. Los hombres de Jesús Sala han dado sobradas muestras de solvencia y reciben a un rival teóricamente asequible. Ourense ocupa la decimocuarta plaza, peleando por no caer en los puestos calientes de la tabla. El equipo gallego ya salió derrotado en su propia cancha (71-83) en la primera vuelta.
A priori, todo es sencillo. Por eso, y paradójicamente, el Caja Rioja tiene que ser él mismo como no serlo también. Capaz de regalar a sus espectadores algunas tardes nefastas, el equipo de Jesús Sala debe afinarse y, sobre todo, evitar esos cuartos desastrosos en los que se le suelen escapar los partidos. La regularidad es la clave para un equipo de calidad al que sólo le debilita su propia tendencia a evadirse de los partidos.
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