¿Aún no estás enamorado de La Rioja?
Sobrevolar los viñedos en globo, disfrutar de un buen vino de Rioja y de unas tapas con música en directo, un paseo diferente entre viñedos, una tarde de relax en las termas de Arnedillo, son algunas de las recomendaciones que ofrece la web Travioor, para enamorarte, “aún más de La Rioja”.
Y qué mejor forma de disfrutar de los viñedos riojanos que en globo. Si nunca has montado en globo aerostático, esta es la excusa perfecta. Despega tus pies de la tierra y observa los viñedos y las núcleos urbanos desde lo alto, brinda con cava en las alturas y saca las mejores fotos que podrás imaginar. Y el aterrizaje es todavía mejor, ya que en tierra te espera un almuerzo con productos típicos de la tierra y cava riojano. Toda la información la puedes encontrar en La Rioja en Globo.
Pero esta Comunidad también te ofrece la posibilidad de disfrutar de un plan de vino, tapas y música en directo. De hecho las bodegas Hacienda López de Haro ofrecen uno de los mejores planes para un sábado. Bajo el eslogan de #Comebailaybebevino la idea consiste en tapas, cócteles, música en directo al aire libre y vistas al Ebro. Todos los sábados hasta el mes de octubre.
Los viñedos son unos de los reclamos de esta región. Y otra forma de disfrutar de ellos es a caballo. Y es que la web recomienda un buen paseo a primera hora de la mañana o a última hora del día por lo viñedos para disfrutar de este paisaje a caballo o bicicleta. La opción te la da el Centro Hípico Navarrete o los ciclo-paseos Bike&Wine que organizan las Bodegas Altanza. Estos últimos salen de Fuenmayor de martes a sábado y, además del bonito paseo, ofrecen un picnic en el jardín.
La Villa de Ezcaray, en plena Sierra de la Demanda, se encuentra ubicada en la parte alta del Valle del Oja. Muchos conocerán esta villa por su próxima estación de esquí (Valdezcaray), otros por su restaurante merecedor de la estrella Michelin (Restaurante Echaurren) y otros por ser una de las villas con más nombre de la provincia.
Sea por lo que sea, lo cierto es que Ezcaray es un pueblo que merece una visita. Caminar por sus callecitas empedradas, disfrutar de su abarrotada plaza, tomar un vino en La Bodega con unas patatas al cabrales, perderse entre los libros de la curiosa librería “El velo de Isis” o visitar la fábrica-tienda de las famosas mantas de Ezcaray…
La web plantea dos opciones, una para los bolsillos más holgados o aquellos que quieran darse un capricho el Hotel Gastronómico Echaurren, ganadores de dos estrellas Michelin. En este recinto podremos disfrutar tanto de las creativas tapas que se sirven en el 'Del salón de la Chimenea', como de las maravillosas creaciones del chef Francis Panigeo en 'El Portal' o de las propuestas de 'El Cuartito', para amigos y clientes del Echaurren que buscan algo más informal.
Otra opción más que recomendable es Casa Masip. Otro hotel que cuenta con un restaurante con pasión por el producto local (y que además tiene menú de fin de semana) o el gastrobar que ofrece tapas y raciones para chuparse los dedos.
Y para relajarte, un tratamiento termal. En Arnedillo hay unas termas públicas unas termas públicas en las que el que quiera pueda disfrutar de sus beneficios. Por supuesto que está localidad es conocida porque cuenta con el Hotel Balneario de Arnedillo con multitud de tratamientos y aguas termales para disfrutar, pero si lo tuyo es un plan más económico, no te quedes sin probar las termas municipales.
En Rioja Alta, la propuesta está en Haro. Y es que tras recorrer Haro y pasear por La Herradura, puedes visitar la Iglesia de Santo Tomás o el Museo de Arte Contemporáneo. Aquí, puedes visitar el Hotel Los Agustinos. Este alojamiento se ubica en un antiguo claustro, actualmente cubierto por una escultura de cristal. El lugar perfecto en el que disfrutar de un café o un buen cóctel para relajarse.
Pero en La Rioja también se puede “cachibachear” y encontrar pequeños tesoros escondidos. Y, para ello, la web recomienda la Feria de Desembalaje de Sajazarra. Una feria cuyo objetivo acercar la arquitectura y los parajes naturales a la exposición de obras antiguas en el exterior. Es decir, de acercar al público una serie de objetos que no se pueden encontrar en una tienda habitual.Se celebra cada domingo de julio de 10:00 a 20:00h. en el camino al castillo.
Y si eres amante de los castillos, La Rioja también es tu destino. Y es que a través de la ruta de los castillos también puedes descubrir la historia de estos rincones. La fortaleza de Briones, el Castillo de Davalillo, el Castillo de Clavijo, el Castillo de San Vicente de la Sonsierra, el de Agoncillo, el de Arnedo, el de Prejano… Y así hasta más de 15 castillos o fortifaciones que componen la Ruta de los Castillos de la Rioja. Una ruta que nos recuerda años de historia en los que los berones, los pelendones, los vascones o los romanos y musulmanes habitaban esta tierra.
Y por último, la capital, Logroño. Una ciudad que dice la web “es muchas cosas pero desde luego, Logroño es la calle Laurel”. Si en toda la ciudad el beber y comer es una tradición cuidada con mimo, en la calle Laurel alcanza su máximo exponente y hacer la ruta de vino y pinchos es casi una obligación para todo aquel que pase unas horas en la capital.
El pincho moruno del bar Lorenzo Tio Agus, las bravas del Jubera o los champis a la plancha del Bar Ángel son solo algunas de las delicias que tienes que probar.
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