Australia da la espalda a los refugiados
El gobierno australiano ha adoptado una nueva política migratoria que ha alarmado a la propia Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) . Dicho organismo internacional ha expresado su consternación por la nueva política de Australia de detener a quienes llegan por barco al país procedentes de Afganistán y Sri Lanka en busca de asilo.
El gobierno de Australia anunció la semana pasada que iba a congelar temporalmente las peticiones de asilo de esas personas y que las confinaría a una base aérea remota en el noroeste del país.
En un comunicado, ACNUR deploró que se las aísle geográficamente y se les suspendan sus solicitudes sin un control judicial efectivo. La Agencia indicó que estas medidas pueden perjudicar la salud y el bienestar de los afectados, muchos de los cuales ya están sufriendo traumas y los efectos de torturas.
Desde comienzos de año han arribado a Australia más de 1.800 personas en busca de asilo,
la gran mayoría de Afganistán y Sri Lanka.
En Sri Lanka, el conflicto entre las fuerzas del gobierno y los Tigres de Liberación Tamil Eelam (LTTE) ha provocado que miles de personas se hayan convertido en desplazados internos y refugiados en otros países. El pasado mes de septiembre, el primer ministro de Sri Lanka, Ratnasiri Wickramanayaka, señaló que su país reubicaría lo más pronto posible a los miles de desplazados que se encontraban en campamentos en el norte del país.
Según la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, en este país asiático existen 250.000 desplazados que viven en en campos de internamiento, sin libertad de movimiento.
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