Berlusconi vuelve a casa
Silvio Berlusconi regresa a su hogar, después de haber pasado unos días ingresado en el hospital San Raffaele de Milán. Los médicos que han atendido al primer ministro italiano, han decidido darle el alta al comprobar que su vida no corría peligro y que las heridas ocasionadas por la agresión del pasado domingo no eran tan graves como se había pensado.
Berlusconi tendrá ahora que guardar al menos dos semanas de reposo, motivo por el que ha tenido que cancelar todos los actos públicos que estaban previstos para los próximos días, y acabará de curar sus heridas en su residencia privada de Arcore, donde pasará la Navidad.
El pasado domingo, Massimo Tartaglia, quien sufre desequilibrios mentales,
lanzó al mandatario italiano un souvenir de la catedral de Milán en plena cara, rompiéndole dos dientes y provocándole una fractura en la nariz y heridas en el labio y en la encía.
Tartaglia se halla ahora en la cárcel, después de que la jueza que se está encargando de las investigaciones preliminares, Cristina Di Censo, rechazara ayer la petición de sus abogados, que habían solicitado trasladarle temporalmente a un hospital psiquiátrico.
Sin embargo, el padre del agresor, Alessandro Tartaglia, teme que su hijo pueda intentar suicidarse si permanece en prisión. “Mi hijo en la cárcel no puede estar porque está mal, no puede estar con otros detenidos, tengo miedo de que cometa un gesto irreflexivo”, declaró ayer a la RAI.
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