Bestiario, la nueva muestra de la Casa de las Ciencias que esconde al ser humano en la naturaleza
La exposición 'Bestiario', de Guillem Vidal, permite, a través de 22 fotografías, “identificar en la naturaleza rostros y atributos humanos”. La concejal de Comercio, Cultura y Turismo, Pilar Montes, ha abierto este miércoles las muestra, que permanecerá en la Casa de las Ciencias hasta el 24 de enero.
“De nuevo la Casa de las Ciencias alberga una muestra que profundiza en la naturaleza, concretamente en el sentido de la misma, a través de una mirada especial, crítica y que busca sinergias a la vez con el mundo que nos rodea: actitudes, gestos, y figuras, que aparecen cuando permitimos que nuestra imaginación intente ver más allá de los fotografiado”, ha explicado la concejal de Cultura.
En este sentido, Pilar Montes ha reseñado que “las fotografías que encontramos son fruto del encuentro con elementos de la naturaleza no tan perceptibles a simple vista, que son las que componen este Bestiario imaginario”.
Esta muestra, producida por el Museu Blau-Museu de Ciències Naturals de Barcelona, consta de 22 fotografías, y surge de la observación de la naturaleza por parte de su autor, Guillem Vidal, quien ha encontrado elementos como rocas, árboles o raíces que a través de sus imágenes asociamos a rostros, personajes y atributos humanos.
Esta serie de fotografías, según explica su autor, pone en práctica un juego infantil. El de observar las nubes del cielo y descubrir en sus formas algo que pueden representar, que podemos identificar o asociar. Esta “mirada” aplicada a otros “soportes” naturales permite ver un perfil en una roca, un ojo en una corteza de árbol o una cara en un muñón de árbol o raíz.
Dos apartados
La exposición está claramente diferenciada en dos escenarios: en el primero de ellos, la sección denominada 'Retratos', el encuadre fotográfico da vida a estos elementos de la naturaleza, y nos remite a máscaras primitivas.
En el segundo, 'Máscaras y Miradas', las series se han realizado a partir de elementos que, una vez acoplados con su simétrico, completan un personaje, alcanzando una perfecta simetría de belleza que no existe en la naturaleza.
A partir de elementos que pueden asociarse a partes de caras, de cabezas de animales, insectos o de máscaras pueden construirse rostros. Estos elementos parciales que sugerían una identidad, toman vida a través del artificio de la simetría.
Al componer una imagen con su simétrica se completa el retrato. Este tiene la belleza de la perfecta simetría y por tanto una belleza ideal y monstruosa que no existe en la naturaleza, un ser “artificial” creado por el hombre.
Lo que hace posible estas 'Máscaras y Miradas', es la convención de que dos puntos simétricos conforman dos ojos, una mirada. Esta convención hace que se vea un rostro y no, por ejemplo, unos agujeros en una piedra. Así se construye un rostro, una representación de un rostro.
Así se lee y se le otorga una personalidad, una actitud. Esto se aplica en muchos ámbitos, por ejemplo cuando se dice que los coches tienen personalidad con sus ojos-faros, su calandra-boca, y unos son simpáticos, y otros pueden ser agresivos.
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