Carencias y desajustes en los equipos de Radiología de la FHC
Los trabajadores de la Fundación Hospital de Calahorra siguen en pie de guerra. La semana pasada advirtieron de que van a hacer llegar a la opinión pública, y a los alcaldes de la zona, las consecuencias que los recortes sanitarios están teniendo en dicha fundación.
Dicho y hecho. Si la semana pasada ponían el acento en la nefasta organización y sus conscuencias, esta vez el punto de mira está en el servicio de Radiodiagnóstico. De hecho denuncian que los equipos de Radiodiagnóstico Convencional de FHC, fueron declarados “no aptos en 2014, según los informes oficiales de control de calidad”. Y pese a esta declaración oficial de “ineptitud” aseguran que siguieron funcionando en estas condiciones al menos cuatro meses, “desde abril, fecha del control, hasta el 22 de julio de 2014”.
Al parecer y según denuncia el Comité de Empresa de la Fundación Hospital de Calahorra, “desde hace tiempo el funcionamiento de equipos e instalaciones del Servicio de Radiología de la Fundación Hospital Calahorra no es el adecuado”. Sus manifiestas carencias y frecuentes desajustes aseveran que menoscaban la calidad de la asistencia prestada al paciente, dificultan la práctica diagnóstica e incrementan innecesariamente los riesgos para la integridad de los profesionales que realizan las pruebas.
Unos problemas aseguran conoce la Dirección del centro. “Esperábamos una solución en diciembre de 2014 pero con la dimisión del anterio gerente, todo ha quedado en suspenso”.
Servicio de Radiología de la Fundación
En el servicio de Radiología de FHC existen dos salas de radiología convencional, cada una dotada con su propio equipamiento, donde se realizan las pruebas de radiología. En la Sala 1 funciona un equipo “de columna”, fijado al suelo mientras que en la 2 el equipo funciona suspendido del techo sobre raíles, explican.
Según los Informes de Control de Calidad del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica del Sistema Público de Salud de La Rioja, fechados en junio del año pasado el resultado de los test de control de calidad -realizados el mes de abril- fue de 'no apto' para ambos equipos, tras realizar las pruebas correspondientes sobre los parámetros habituales (homogeneidad entre cámaras, ajuste del selector de densidad y repetibilidad, compensación para diferentes tensiones y compensación para diferentes espesores de paciente).
Esta “ineptitud”, aclaran, “no entraña ningún riesgo añadido a los pacientes ya que solo afecta a su capacidad como herramienta diagnóstica”. Un riesgo que estos profesionales no consideran menor al que hay que añadir el riesgo derivado del incremento de la radiación dispersa como consecuencia de que resulta necesario incrementar la intensidad de la potencia de radiación en los disparos para realizar las pruebas“.
El equipo instalado en la Sala 1 “es el mismo que ya existía en el centro antes incluso de la inauguración del propio hospital en diciembre de 2000 y el de la sala 2 fue instalado en el año 2006, sustituyendo al entonces allí existente, pero se trajo inexplicablemente de segunda mano, con menores prestaciones que aquel al que sustituyó”.
Todo esto, “no es más que otro caso evidente que muestra el desprecio de los responsables políticos y su nefasta gestión de la sanidad pública y prueba de ello es el estado de las instalaciones de un hospital que debe atender a una población de referencia de 100.000 personas”.
No existe un plan de inversiones, censuran, ni criterios serios que garanticen la calidad de la asistencia sanitaria mediante la renovación progresiva de las instalaciones y equipos a medida que se ven afectados por su inevitable obsolescencia. “No existe nada, más allá de la apatía y la propaganda desde la Consejería de Salud y su Gerencia anexa hacia el hospital y los ciudadanos de La Rioja Baja”.
Con este tipo de denuncias públicas, el Comité de Empresa de la Fundación Hospital de Calahorra espera que se adopten medidas urgentes de “re-capitalización del Hospital de La Rioja Baja, afrontando inmediatamente sus carencias, tanto de equipamiento como de plantilla”, uncas carencias que, insisten, han sido denunciadas y están documentadas.
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