Chrysler suprimirá 12.000 empleos más en EE.UU.

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La reestructuración del grupo Chrysler, que comprende las marcas Chrysler, Jeep y Dodge, se desarrollará a lo largo del próximo año e incluye además la eliminación de turnos en cinco fábricas.

La supresión de estos 12.000 empleos se suma a la eliminación de otros 13.000 puestos de trabajo anunciada por la empresa el pasado mes de febrero, y obedece, según la compañía, a una cambio drástico de la demanda, que obliga a rebajar los volúmenes de producción.

Chrysler está controlado en un 80,1% por el fondo de inversión Cerberus Capital Management, que adquirió esta participación al extinto grupo DaimlerChrysler por 5.500 millones de euros, en una transacción cerrada el pasado mes de agosto. La actual Daimler mantiene una participación del 19,9% en Chrysler.

Los nuevos responsables de la empresa han tardado apenas tres meses en acometer este nuevo ajuste, que supone la eliminación de turnos de trabajo en las plantas de Belvidere (Illinois), Toledo (Ohio), Brampton (Canadá), Detroit y Sterling Heights (Michigan). Con ello, la compañía reducirá su plantilla entre 8.500 y 10.000 efectivos.

Además, Chrysler suprimirá otros 1.000 empleos administrativos y reducirá en un 37% los efectivos eventuales. También se verán afectados empleados a tiempo parcial. Entre los tres apartados, la empresa prescindirá de 2.000 trabajadores.

El consorcio con sede en Auburn Hills (Michigan) dejará de fabricar en 2008 los modelos Dodge Magnum, PT Cruiser descapotable, Chrysler Pacifica y Chrysler Crossfire. Como contrapartida, iniciará la producción del Dodge Journey, del Dodge Challenger y de dos nuevos vehículos híbridos, el Chrysler Aspen y el Dodge Durango.

NUEVO PANORAMA

El desarrollo de nuevos modelos forma parte de los acuerdos contemplados en el convenio colectivo recién suscrito entre la empresa y el sindicato United Auto Workers (UAW), por el que la empresa invertirá en productos y tecnología 15.000 millones de dólares (unos 10.500 millones de euros al cambio actual).

El presidente de Chrysler, Bob Nardelli, explicó que la situación del mercado ha cambiado “drásticamente” desde que Chrysler anunciara su anterior programa de reestructuración, en febrero pasado. En la misma línea, el vicepresidente de la empresa, Tom LaSorsda, subrayó que la empresa tiene que adecuar su aparato industrial a una menor demanda.

Por último, Nardelli expresó su deseo de que no sea necesario “rescribir” el plan de reestructuración, y defendió que las medidas adoptadas permitirán a la empresa asegurar una rentabilidad sostenida a largo plazo.

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