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Las cigarreras de Logroño, mujeres poniendo en pie a la sociedad

Las cigarreras de Logroño, mujeres poniendo en pie a la sociedad

Rioja2

15 de septiembre de 2020 05:14 h

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Era una cigarrera de la Fábrica de Sevilla la protagonista de la ópera ‘Carmen’ de Bizet. Eran cigarreras las heroínas románticas de la literatura de la década de 1930. Mujeres trabajadoras, rebeldes, independientes y apasionadas que conquistaron la literatura extranjera de la época.

Cuando la Fábrica de Tabacos llegó a Logroño, ese halo romántico estaba ya desapareciendo. Era la única fábrica de la compañía que no se situaba en un puerto de mar. Se eligió Logroño por la apuesta de Sagasta y se su sobrino-nieto, Amós Salvador, Presidente Nacional de la empresa.

Para formar a las trabajadoras logroñesas, llegaron a la ciudad operarias sevillanas, “amas de rancho”. Se sentaban con ellas en Logroño las bases del movimiento obrero. El Primer Congreso de Cigarreras se celebró en Madrid en 1918. En él no estuvieron las cigarreras de Logroño porque todavía no estaban asociadas. Pero un año después, en mayo de 1919, estas celebraron los primeros mítines en el Teatro Moderno que acabaron con su registro legal como asociación.

Luisa Marín Lacalle, líder sindical cigarrera de la época, cuenta desde junio de 2020 con una calle con su nombre en Logroño.

Las cigarreras se convirtieron en protagonistas de su época en Logroño, participaron en todos los actos públicos y sociales de la época y aplicando la lucha de clase y las reivindicaciones laborales a otros sectores; marcaron, además, un hito histórico en la lucha activa de la mujer por la igualdad de género. Su salida de la fábrica fue durante el primer tercio del siglo XX un auténtico evento social en Logroño. Su recorrido por la calle de La Merced y la Plaza de San Agustín era una auténtica fiesta. Fueron unas verdaderas pioneras del sindicalismo y el feminismo.

El punto álgido de su lucha llegó en diciembre de 1920 cuando se encerraron en la fábrica para reivindicar un reglamento específico para los contratos de aprendices. Allí pasaron la Nochevieja de aquel año. El 1 de enero salieron de su encierro antes de que entrara a buscarlas la Fuerza Pública. La fábrica cerró durante el mes y medio que duró el conflicto. Las negociaciones se sucedieron, encabezadas por su presidenta Luisa Marín. En ellas mediaron todas las autoridades logroñesas de la época.

Las cigarreras perdieron finalmente el litigio y se llegaron a abrir expedientes a varias trabajadoras, pero su lucha hizo historia. Se convirtieron en el ejemplo para todas las Secciones Asociadas a la Federación Tabaquera Española y con ellas, las logroñesas tuvieron un peso especial para conseguir el nuevo Reglamento laboral en la dictadura de Primo de Rivera o ser modelo organizativo en la II República.

*Espacio ofrecido por el Ayuntamiento de Logroño. Concejalía de Igualdad.

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