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Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Con permiso para perder

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BM. Ciudad Real: Sterbik (6 paradas), Laen (2), Jerome (5), Davis (1), Abalo (1), Metlicic (2), Uros Zorman (4) -siete inicial- También jugaron Hombrados (ps, 10 paradas), Pajovic (2), Stefansson (1), García Parrondo (8, 6p), Chema Rodríguez (4), Morros (2), Dinart (3).

Naturhouse La Rioja: Aguinagalde (13 paradas), Parra (5), Guardiola (4), Pavlovic (1), Stojanovic (1p), Bashkin (1), Amargant (8) -siete inicial- También jugaron Torrego (ps), Romero (3), Gautschi (-).


PARCIALES: 1-1 (5’); 3-4 (10’); 6-4 (15’); 10-5 (20’); 13-8 (25’); 14-9 (descanso);
15-11 (35’); 17-15 (40’); 20-17 (45’); 23-20 (50’); 27-22 (55’); 34-23 (final).


ÁRBITROS: Alonso Poveda y Miret Pallarols
Exclusiones: García Parrondo, Pajovic, Dinart (dos); Stojanovic, Bashkin, Romero y Amargant. PABELLÓN: Quijote Arena. 2.928 ESPECTADORES.

CIUDAD REAL - NATURHOUSE LA RIOJA, 34-23

Podría haber sido un día propicio para que Naturhouse La Rioja diera la sorpresa, debido a que el conjunto manchego tenía la mente puesta más en la semifinal de Champions que en la Liga, pero las numerosas bajas han impedido que el equipo de Jota González pudiera plantarle cara al líder de la liga. A pesar de ello, el trabajo realizado por los riojanos hay que calificarlo como excelente y el resultado final no refleja para nada lo sucedido en el encuentro, pues en el minuto 52 de partido el tanteo señalaba un ajustado 24-22. Después, la lógica, el mayor banquillo, hicieron el resto, como dijo aquel entrenador de fútbol, jugando así hay permiso para perder. Muy bien Naturhouse.

Los primeros compases del encuentro estuvieron bastante igualados, más por deméritos de unos y otros que por aciertos, ya que las pérdidas se sucedían. Prueba de ello, los primeros cuatro minutos se saldaron sin goles. La escuadra de Logroño planteó el encuentro con los escasos recursos de los que contaba, y su técnico basó las opciones en una férrea defensa en seis cero. Hasta mediado el primer periodo, éste consiguió sus frutos, pues Balonmano Ciudad Real no tenía opciones claras de lanzamiento, bien por el buen trabajo de la zaga riojana como por el trabajo de Aginagalde. De hecho, las primeras ventajas fueron visitantes, como el 0-1 de Gedeón, un 1-2 de Parra y un 3-4 obra del mismo jugador.

A partir del minuto quince, y con la nula presencia del banquillo riojano, empiezan a ampliarse las distancias en el marcador a favor de los locales -en su banquillo, Stefansson, Chema, Dinart... ahí es nada- y hasta cuatro pérdidas seguidas de la primera línea de Naturhouse provocaron rápidos contragolpes y un Ciudad Real que se escapaba con un parcial de 5-0. Amargant sujetó a los suyos con tres dianas en este primer periodo, pero en el descanso los cinco abajo ya indicaban que los de Dujshebaev no querían sorpresas.

Pero el Naturhouse siguió con la misma dinámica del inicio del encuentro, pero en esta ocasión, en vez de aguantar 15 minutos lo hizo durante 22, ya que hasta este minuto los riojanos ganaban el parcial de la segunda parte hasta por cuatro goles. Fenomenal el trabajo de los de Jota, en todos los órdenes. Gurutz Aguinagalde cuajó una sensacional segunda mitad bajo los palos, parando muchos de los lanzamientos de la primera línea de Ciudad Real, bien es cierto que apoyado en el gran trabajo defensivo de los suyos, que consiguieron durante muchos minutos que el poderoso líder de la competición no consiguiera opciones claras de tiro.

Con el desgaste físico, lógico por la escasez de efectivos en el banquillo, llegaron las imprecisiones, lo que aprovechó el Balonmano Ciudad Real para, en un suspiro, poner amplias diferencias que llegaron al final hasta los once goles. En el minuto 24 y medio de la segunda mitad, Jota González, técnico de los de Logroño, pidió un tiempo para intentar insuflar a los suyos un último aliento para que no se fueran del encuentro. Pero seguro que también aprovechó para felicitar al equipo por su fenomenal trabajo.

Y es que, con tantas bajas, ante la mejor plantilla del mundo, llegar dos abajo al minuto 52 está al alcance de muy pocos. Gurutz, el acierto de Amargant o el coraje indesmayable de Guardiola pudieron brillar y lucir en un escenario de Champions. ¿La derrota? Era lógica, pero hay derrotas con sabor a auténtica victoria, y este puede ser un ejemplo.

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