“Cuando los pensamientos rumiantes interfieren en tu día a día es bueno pedir ayuda”
Saber identificar los pensamientos rumiantes, poner el foco en el bienestar de la salud mental y conocer cuándo pedir ayuda son algunas de las recomendaciones que el experto en Psicología de UNIR, Juan Antonio Becerra, propone para aquellos que, en estos momentos, estén pasando por una situación difícil que pueda desembocar en ansiedad o depresión: “cuando esos pensamientos interfieren en el desarrollo de tu día a día sería bueno pedir ayuda”, ha indicado.
Como ha explicado en una entrevista a Europa Press, este tipo de pensamientos son aquellos que muchas veces de manera inconsciente y casi obsesiva se repiten en nuestra cabeza hasta llegar a provocar cierto malestar. Una situación que, todavía más si cabe, ha empeorado en estos tiempos tan complicados que estamos viviendo a causa de la pandemia del coronavirus.
Además, el profesor del máster en Psicología General Sanitaria de UNIR reconoce que “a veces estos pensamientos son difíciles de advertir porque muchas personas los ha normalizado en su día a día. Piensan que es algo que está ahí, que forman parte de uno mismo... pero eso no quiere decir que sean positivos para nosotros”.
Pensamientos en bucle
Ante esta situación y para que no haya “dudas”, el profesor quiere dejar claro que un pensamiento rumiante llega a ser un problema “cuando estos te prohíben continuar con tu vida normal, te aíslan sin darte cuenta y dejas de hacer ciertas cosas por estar pensando durante horas en un problema, un miedo, una dificultad... todo ello se va traduciendo en cadenas de pensamientos recurrentes y repetitivos, pensamientos en bucle que generan malestar y que están muy ligados a la situación emocional de una persona”.
Además, ha indicado, “es muy importante saber identificarlos porque, a veces, muchos de nosotros también podemos tener ciertos pensamientos que se nos repiten demasiado en alguna época de nuestra vida que puede ser algo normal pero cuando llega a ser obsesivo es cuando debemos poner el foco de atención en que algo nos está sucediendo”.
Por ello, cuidar nuestra salud mental, conocerla y hacer caso a sus llamadas de atención pueden ser fundamentales para conseguir nuestro máximo bienestar.
Por su parte, y cuando ya uno es “consciente” de que necesita ayuda, lo importante para el también investigador del grupo 'Psiconline' de UNIR es “no esconderse” y “ponerse manos a la obra” con profesionales que nos puedan ayudar con pautas o recomendaciones para conseguir así mejoras evidentes y sustanciales en nuestro cuerpo y mente.
Para afrontarlos y abordarlos, el experto ha asegurado que, además de la ayuda profesional, el trabajo de uno mismo es muy importante para mitigar esos pensamientos. Por ello, “si somos conscientes cuando llegan o cuando están interfiriendo en nuestra vida, es necesario distraer nuestra atención de los mismos con un proceso automático que se debe entrenar”.
Así ha explicado, “por ejemplo, si una persona está pensando que está triste o que no sabe por qué le sale todo mal o tiene pensamientos negativos es fundamental que, cuando sea consciente de ello, diga en voz alta una palabra como 'STOP' o 'PARA' y cambiar radicalmente el foco de atención”.
Una técnica muy importante que -como advierte- se debe ir entrenando día a día para hacerlo de forma encubierta porque, como ha reconocido, “al principio no es sencillo porque llevan muchos años con estos pensamientos intrusivos, creen que son normales y es muy difícil abordarlos pero no es imposible”.
Entre otros aspectos, el experto de UNIR también cree importante establecer una serie de hábitos saludables que puedan ayudar a mejorar nuestro bienestar como el ejercicio físico, andar, correr, ir al gimnasio... por ejemplo, “para soltar adrenalina y, por qué no, también ese tipo de pensamientos”. Distraerse, hablar con gente cercana, ponerle nombre a lo que te está pasando, planificar estrategias para desviar la atención, romper ese bucle y tener buenos hábitos de salud son también muy útiles a la hora de mejorar nuestra salud mental.
A todo ello se suma también la importancia de “descansar bien” aunque, como ha reconocido, a veces no es posible por culpa de estos propios pensamientos. Para ello el experto aconseja la meditación y practicar 'mindfulness'. Además, ha indicado, “si los pensamientos son más intensos por la noche, se les puede dedicar un tiempo limitado, pararte y conocer qué te ocurre y cómo te sientes, identificar esa preocupación pero después de un pequeño tiempo procurar pensar en otra cosa”.
Atención individualizada
Aún así, y a pesar de estas técnicas, el experto de UNIR ha explicado que “para cada persona hay su propia solución. Podemos dar ideas generales pero es muy importante la atención personalizada para dar con la mejor posible”.
“Lo que le vale a uno puede que no le sirva a otro, es lógico, por ello la ayuda profesional es muy importante para atajar el problema de forma individualizada”, ha finalizado.
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