Cuesta abajo sin reacción

15 de noviembre de 2020 12:15 h

Una derrota más y una jornada más en puestos de descenso. El EDF sigue bloqueado en ataque (cero goles en tres desplazamientos) y continúa desajustándose en momentos cruciales. Cierto que el 2-0 vivido ante el sorprendente líder Granadilla Tenerife Egatesa estuvo muy condicionado por un error arbitral al filo del descanso, puesto que la cesión de Leti a Pamela dentro del área, que terminó en gol de Ramos de libre indirecto, nunca debió existir dado que el balón rebotó en la madrileña y no hubo intención de ceder a la mexicana.

Sin embargo, eso no quita para que las granates, pese al buen trabajo defensivo de la primera mitad, volviera a mostrar inconexión con las jugadoras de ataque (Olga García y Jade, otro día más, pasaron desapercibidas) y cierta desconexión (lagunas defensivas) cuando Gerardo García introduce novedades. Aspectos que cuando se está abajo en la clasificación penalizan y más ante un conjunto logroñés que genera tan poco y que tiende a no dominar los tiempos de los encuentros.

Para la visita ante el líder, el preparador del EDF reforzó la medular con Silvia Ruiz con una clara intención de ayudar a Chini y Tavlo en labores de intendencia. Máxime en un campo que exige estar atentas a las segundas jugadas. De esta forma, Grace y Jade percutían por los costados, mientras que Olga García era la referencia por el centro. Atrás, la defensa ya consolidada de las riojanas con Caracas, un dúo de centrales de garantías como Inés y Cazalla, además de Leti, menos profunda que la pasada campaña por el perfil zurdo.

La apuesta inicial pilló por sorpresa al líder cuando a los dos minutos Jade la ponía desde la izquierda y Olga García, en el área pequeña, no terminaba de rematar una ocasión muy clara. La reacción no se hizo esperar y el Granadilla dispuso de dos buenas oportunidades consecutivas para marcar. Primero, las dudas defensivas de las logroñesas para no despejar el balón provocaron que Paola rematara para que Pamela se luciera con una gran mano desviando a córner. Y en ese saque de esquina, después de un rechace, Patri Gavira estrelló el cuero en el larguero. Con el susto en el cuerpo, el EDF fue sacudiéndose del dominio local. Cierto que bajó el ritmo, aumentaron las imprecisiones y no hubo un control claro.

En ese equilibrio, las riojanas estaban más en su campo, pero sin sufrir. Como viene siendo habitual, faltaba la conexión con las jugadoras ofensivas. No había aproximaciones, más allá de algún lanzamiento lejano de las locales sin precisión. Pese a ello, la fe de Caracas por pelear por una pelota generó un remate de Chini que se marchó fuera y que alguna compañera celebraba como gol. El descanso estaba cerca y el trabajo del EDF, momentáneamente, daba sus frutos. Hasta que un balón rebotó en Leti y fue a parar a las manos de Pamela. La colegiada pitó libre indirecto. Excesivo castigo ante la ausencia de voluntariedad en el golpeo de la madrileña.

Sobre todo porque Ramos acertó a marcar ya dentro del tiempo añadido de la primera parte. Un duro mazazo para las granates, que debían remontar en la segunda parte. La intención era dar un paso adelante tras la reanudación. Se consiguió gracias a una sucesión de faltas que metieron a la tinerfeñas en su campo pese a que Francis Díaz realizó tres sustituciones en el intermedio. Claro que eso conlleva asumir riesgos con una defensa adelantada y Martín-Prieto corrió para estar cerca de la sentencia, pero Pamela, formidable (como toda la temporada), desbarataba esa oportunidad.

Gerardo García dio entrada a Elloh por Silvia Ruiz. Mientras el equipo se ajustaba, Martín-Prieto fue más lista que Cazalla para provocar un penalti, que Pisco no desaprovechó para encarrilar el triunfo de un sólido líder. La respuesta del técnico de las logroñesas al 2-0 fue modificar el sistema, con tres centrales. A la contra, el Granadilla, después de una pérdida de Tavlo, estuvo a punto de despedirse del partido, pero Pamela, con el pecho, impedía el tanto de Mari José pasada la hora de contienda.

Al EDF Logroño le costaba acercarse a una tranquila Aline Reis, mientras que las locales, con orden defensivo y velocidad a la contra, lo tenían todo bajo control para incluso ampliar la renta, como el remate de Allegra que repelió, una vez más, Pamela. Minutos antes, Elloh dispuso de la casi única posibilidad para recortar con un remate que desvió la portera brasileña del Granadilla, en prácticamente su única intervención. Las riojanas, con corazón y algo de empuje, intentaron no desmoronarse -Inés, ante la impotencia vio la segunda amarilla y se perderá el próximo encuentro-, pero el Granadilla ya había hecho los deberes frente a un EDF que necesita mejorar ya.