Del éxito de Zamora al fracaso de Logroño

Las frías pero decisivas cifras han acabado con Balta. El técnico salmantino ha dejado este lunes de ser el entrenador del Logroñés CF después de que el pésimo inicio de temporada (al menos en lo que a puntos se refiere) haya convertido en insostenible la situación del equipo. Colista estructural, siete puntos sumados en trece partidos, cero victorias y siete goles a favor han sido argumento suficiente para poner el punto y final a la presencia de Balta en tierras riojanas.

El técnico castellano (nacido en Santander) recaló en Logroño después de haber dirigido en varias ocasiones al Salamanca (se convirtió en la solución charra para situaciones de emergencia). Fue ayudante de Juanma Lillo, Jorge D'Alessandro y Josu Ortuondo y en el curso 2000/01 se hizo cargo del equipo junto a Ángel Crego, tras la destitución de Mariano García Remón.

Su llegada a la Segunda división B llegó en el mes de noviembre del curso 03/04. El Zamora recurre a él y le encomienda salvar la categoría. Lo consigue de forma holgada y cierra la temporada en la octava posición a trece puntos de la fase de ascenso.

Ese reto, el del 'play off', lo consiguió el salmantino un año después. La derrota de su ya ex-equipo, el Logroñés CF, en Las Gaunas ante la Real B y su empate ante el Lemona en la última jornada de la liga regular, meten al Zamora en un 'play off' del que supera la primera eliminatoria ante el Sevilla B pero en el que se quedó a un gol del ascenso. El Castellón, que tras perder 2-1 en el Ruta de la Plata, ganó 1-0 en Castalia, frenó sus ilusiones.

Ahí comenzó el 'calvario' de Balta. El inicio del curso 2004/05 no fue el esperado. Como le ha sucedido esta temporada, el salmantino, aguantó hasta el 7 de noviembre. Después de que en once jornadas el Zamora sumara una victoria y cuatro empates (7 puntos) recibió el finiquito.

Algo más de medio año después llegó a Logroño. Lo hizo para asaltar el 'play off' pero la suerte, esa a la exigía complicidad en las últimas semanas, tampoco le acompañó. 51 semanas ha estado sentado (alguna en la grada por su carácter temperamental) para sumar 12 victorias, 22 empates y 17 derrotas. 58 puntos sumados de 153 posibles. 43 goles a favor y 53 en contra. Son cifras pobres que, probablemente, no hagan justicia al juego del equipo ni a la calidad del técnico pero el director técnico, José Ignacio, ya lo había avisado. “Al final mandan los resultados”.