Deterioro cognitivo por maltrato

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Además, otro trabajo, realizado con la colaboración de la Universidad de León, muestra que entre el hombre maltratador y la mujer maltratada existen rasgos de personalidad comunes, manifestando en ambos casos una personalidad dependiente y compulsiva. Estos son sólo dos de los estudios que se presentarán en el marco del X Congreso Español de Sexología, que revisa la estrecha vinculación entre problemas sexuales y brotes de violencia doméstica.

Aparte de ponerse un énfasis especial en el papel que puede desempeñar la sexualidad y las relaciones de pareja en la aparición y perpetuación de la violencia de género, también se enseñan habilidades de convivencia que ayudan a solventar los problemas inherentes a la vida en común y sirven para reducir el creciente número de separaciones. Además, se revisa el abordaje de la transexualidad, partiendo de la necesidad de superar su identificación como enfermedad mental y de incorporar a los psicólogos en su manejo clínico. Por otra parte, la educación sexual es otro tema estelar, denunciándose la falta de planificación sobre educación afectivo-sexual.

Igualmente, se ofrecen datos actuales sobre la salud sexual de los españoles que, a pesar de haber mejorado significativamente en los últimos años, sigue arrastrando ciertos déficits; de hecho, como subraya la sexóloga Miren Larrazábal, presidenta del Comité Científico, sigue siendo inaceptable que “más de un 40% de las personas que tienen problemas sexuales no acudan al sexólogo”.

Como otros temas de interés, se repasará la relación entre sexualidad y cultura, se ofrecerán clases prácticas sobre erotismo y se informará sobre las parafilias, los aspectos controvertidos relacionados con la homosexualidad, los problemas de salud sexual y reproductiva, las relaciones sexuales en personas discapacitadas y sobre la asociación entre sexualidad y trastornos alimentarios.

SEXO Y VIOLENCIA

Pero, sin duda, la violencia de género y cómo prevenir esta lacra social va a ser uno de los principales argumentos de este Congreso. Y es que, como reconoce Miguel Ángel Cueto, “la sexualidad es un indicador de salud, tanto física y emocional como de las relaciones de pareja; de hecho, a mayor atención a la pareja, preocupación por su placer, atención a sus necesidades sexuales, mayor es el respeto y, por lo tanto, menor es la probabilidad de usar la violencia para conseguir controlar o abusar de la pareja”.

Los expertos reconocen que los problemas sexuales están en muchas ocasiones detrás de este tipo de violencia, sobre todo la de tipo psicológico. “La violencia psicológica es la más frecuente en el seno de una pareja”, afirma Miguel Ángel Cueto. “Hemos observado que las mujeres no consideran la violencia sexual cuando sus parejas les obligan al débito conyugal; es como si, aunque no disfrutaran, hubieran aprendido a asumir un papel de no disfrute, algo absolutamente inaceptable”, asegura. Para este experto, no cabe duda que “para atajar este problema de raíz, es imprescindible que la mujer asuma su propia sexualidad como un indicador eficiente de su salud, valorando el termómetro de su sexualidad como un marcador de la salud de la pareja”.

A pesar de los importantes pasos dados en nuestra sociedad para la sensibilización de la población en los temas de maltrato y de la aprobación de la ley de violencia de género, no se ha logrado detener el incremento, año tras año, de las muertes que se producen en nuestro país víctimas de la violencia machista. Se calcula que en España 1.800.000 mujeres viven en situación de riesgo con sus parejas. “Necesitamos reflexión y alternativas de solución ante este problema, algo de lo debatirán los especialistas participantes en este Congreso”, informa Miren Larrazábal, presidenta del Comité Científico.

Todos los especialistas están de acuerdo en que los problemas de desigualdad real entre hombre y mujer están en la base de la violencia de género. A pesar que en el siglo XXI disponemos de una igualdad normativa entre hombres y mujeres -ley de igualdad integral-, el hecho es que vivencialmente las mujeres siguen sufriendo la desigualdad social, familiar y económica. “Aún queda camino por recorrer en este sentido, y las soluciones al problema de la violencia y la desigualdad de género pasan por asumir los retos sociales de establecer la coeducación de niños y niñas en el colegio, y por encontrar soluciones al problema de la conciliación laboral, familiar y personal de las mujeres”, denuncia la sexóloga Miren Larrazábal.

Hasta ahora el problema la conciliación no es vivido por los hombres como un problema familiar, social y político. En datos del ClS 2005 se evidencia que el tiempo que las mujeres ocupan en las tareas domésticas es casi cuatro veces más que el que ocupan los hombres. En concreto, las cifras del estudio señalan que la mujer actual que tiene hijos y trabaja fuera del hogar emplea en las tareas domésticas 4 horas y 41 minutos; los hombres, sin embargo, 1 hora 37 minutos. Por todo ello, recomienda Miren Larrazábal, “educar en igualdad a nuestros hijos supondría un esfuerzo certero en la problemática de desterrar la violencia de género en el futuro”.

Dado que las muertes de mujeres a manos de sus parejas se incrementa en el periodo que sigue a la presentación de las demandas de separación, trabajar en prevención de la violencia también pasa por atender psicológicamente los problemas de separación y divorcio. En nuestro país, el 52% de los matrimonios no alcanza los 10 años de duración y cada 4,6 minutos se separa una pareja (según datos del Instituto Nacional de Estadística). Por eso, indica Miren Larrazábal, “es importante que en este Congreso nos ocupemos del divorcio, de la ruptura de pareja y de las implicaciones sociales, familiares y psicológicas que ello conlleva; pero, además, también es esencial que difundamos técnicas y habilidades de convivencia que ayuden a solventar los problemas inherentes a la vida en común y que mejoren las relaciones sexuales”.

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