Educación y formación, la tabla de salvación según los empresarios riojanos
El optimismo se ha convertido en un espejismo para los empresarios riojanos. La depresión política, económica y social nos deja un panorama nada alentador. Así lo establece el Barómetro Empresarial de La Rioja elaborado por la Federación de Empresarios durante el mes de mayo a 301 empresas de todos los sectores.
Las principales conclusiones extraídas de este barómetro reflejan que para salir de la crisis, las medidas deben estar avaladas con una planificación estratégica, vinculadas a aumentar la productividad, y por otra parte, medidas que supongan una disminución de costes a corto plazo que permitan relanzar la actividad empresarial. La defensa del autónomo y del pequeño y mediano empresario es fundamental para que el tejido empresarial persista y siga creando empleo.
Los empresarios son muy críticos con el Gobierno central. Creen que es esencial que éste junto con el resto de partidos políticos generen confianza en los inversores con medidas acordadas y estratégicas y eliminando la excesiva carga burocrática que pesa sobre las empresas. De hecho, el presidente de la FER, Julián Doménech, asegura que este gobierno “es de un talante vacilante, dispersos y contradictorio y nada eficaz en la resolución de problemas” por lo que no crea seguridad entre los empresarios nacionales y menos ante los mercados exteriores.
Significativo es que la mayoría de los empresarios, un 47%, considera que la inversión pública debe orientarse en la educación y formación de los futuros trabajadores cualificados en vez de subvencionar a los empresarios. El actual sistema educativo, según los resultados del barómetro, es estático y se precisa avanzar en la homogeneización de los requisitos de las acreditaciones entre todas las comunidades autónomas fomentando así la movilidad de los trabajadores en todos los niveles: mandos, empleados, directivos y empresarios.
En cuanto a la reforma fiscal, las empresas piden medidas que supongan una reducción de la presión fiscal y un impulso de la actividad económica. En este sentido se apuesta por una rebaja de los impuestos, haciendo hincapié en los que gravan directamente los rendimientos empresariales y personales. Doménech ha sido muy duro en su crítica al Gobierno por la próxima subida del IVA en el mes de julio ya que demanda interna se resentirá más si cabe.
La reforma laboral les parece insuficiente a los empresarios. De hecho, Doménech la ha calificado de “reformita” añadiendo que “este año todo es pequeñito en España”. Por ello, las empresas riojanas, ha dicho, consideran prioritario una rebaja de las cotizaciones sociales, así como la creación de un tipo de contrato con una indemnización por despido inferior a la actual. En cuanto a medidas de negociación colectiva, “nuestro marco legal e institucional del mercado de trabajo está desfasado, no favorece la contratación a tiempo parcial, ni la movilidad ni la reducción del absentismo”.
Doménech asegura que la convocatoria de huelga para el 29 de septiembre “carece de fundamento” y califica de insuficiente “el decreto chiquitito” ya que “el Gobierno no tiene claro los límites de la reforma laboral”. Y es que los empresarios riojanos demandan una mayor flexibilidad en la organización del trabajo así como la vinculación de los salarios con la productividad o rendimiento, que permita a la empresa ser competitiva en los mercados internacionales.
Además, las empresas consideran que la Administración debe obligar, “no presionar, sino obligar” a los bancos y cajas de ahorro que hayan recibido subvenciones públicas a prestar dinero ya que en la actual tesitura empresarial, disponer de crédito es vital para mantener la actividad o para impulsar el desarrollo de nuevos proyectos de expansión.
Los empresarios también opinan de la Administración e insisten en que reducir los gastos poniendo en marcha medidas de austeridad es imprescindible tanto a nivel de ministerios como de consejerías. Doménech también ha insistido en la necesidad de mejorar las infraestructuras y comunicaciones en La Rioja. El presidente de la FER ha comentado que cuando visita las cabeceras de comarca de La Rioja, los empresarios de esas zonas se quejan del mal estado de los polígonos industriales o de las carreteras para acceder a ellos. También ha criticado las comunicaciones como el aeropuerto de Agoncillo del que sólo sale un vuelo a Madrid al día y en el que trabajan 8 controladores “que se pasarán el día jugando al golf más que a controlar aviones”. Además, Doménech, ha expresado su disconformidad con la política que lleva el Ministerio de Fomento ya que va a paralizar varios proyectos ferroviarios que afectarán a las empresas.
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