El alcalde de Roquetas de Mar niega un posible “brote racista”
El alcalde de Roquetas de Mar (Almería), Gabriel Amat (PP), descartó este lunes de forma tajante que los disturbios acaecidos en la barriada de las '200 viviendas' a raíz del apuñalamiento mortal del joven de 22 años y nacionalidad senegalesa O.K. respondan a “un brote racista” en un municipio que, según destacó, “es ejemplo de convivencia e integración”.
En rueda de prensa, Amat subrayó que los altercados que se han saldado con ocho detenidos y cuatro agentes del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil heridos, son “un caso aislado” ajeno a “motivaciones raciales o cosas parecidas”, por el que no se debe “ni vamos a aceptar -advirtió- que se vea estropeado el buen nombre de un pueblo”.
Al hilo de esto, y tras insistir en que la situación en el barrio es “a estas horas, tranquila” después de los disturbios de la pasada madrugada, “no deseables pero casi nulos”, según valoró, el primer edil hizo un llamamiento a “la calma y el sosiego” para que Roquetas de Mar “siga dando muestras de saber estar entre todas las personas, sea cual sea su procedencia”.
Pese a reiterar que la reyerta que dio lugar a los enfrentamientos “se produce todos los días, en cualquier capital o nación”, Amat vinculó los sucesos al contexto de crisis económica en España, que, a su juicio, “no ha hecho sino empeorar la calidad y la situación vital de los ciudadanos foráneos que vienen a ganarse la vida”.
En esta línea, urgió al Gobierno central a la adopción de medidas encaminadas a “conseguir el equilibrio” de los flujos migratorios y la “estabilidad de los trabajadores autóctonos e inmigrantes” para municipios como el de Roquetas de Mar donde -reveló- se ha registrado un incremento del 40 por ciento en los últimos cuatro años en el número de residentes extranjeros.
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