El alza de precios se contagia
El gobernador del Banco de España lanzó ayer un nuevo aviso de navegantes sobre las dificultades de cumplir las previsiones del Gobierno de cerrar 2008 con un crecimiento superior al 3%.
Un día después de que el secretario de Estado de Presupuestos, Carlos Ocaña, reconociese ante el Senado la posibilidad de que el avance del PIB español se situase más cerca del 3 que del 3,3% anunciado en verano, ayer Miguel Ángel Fernández Ordóñez admitió, también en la cámara alta, que la economía podrá crecer el año que viene “en el entorno del 3%”, pero siempre y cuando las crisis financieras tengan “una duración limitada”. Además advierte que el reciente incremento de las presiones inflacionistas aunque tengan carácter transitorio “aumenta el riesgo de su propagación al conjunto de la economía”.
El Banco de España advierte que la crisis financiera internacional puede tener más impacto del previsto. No obstante, considera que un crecimiento como el registrado por la economía española en el tercer trimestre, del 3,8%, “sigue siendo muy alto y debería de alguna forma desacelerarse si queremos recuperar el equilibrio”.
Al fenómeno internacional que ha reducido la disponibilidad de crédito en los mercados internacionales, el gobernador ha sumado la “desaceleración gradual” del precio de la vivienda en España y un ajuste de la demanda en el mercado inmobiliario. Factores que, en su opinión, harán más “difícil” mantener los niveles actuales de inversión empresarial y en construcción en 2008.
El dirigente del Banco de España insiste en la necesidad de mejorar la competitividad de las empresas, en un momento en el que es “crucial” la aportación del sector exterior y de la inversión productiva para compensar el efecto del menor gasto de los hogares en el crecimiento económico.
Por ello el gobernador ha vuelto a reclamar al Gobierno que aspire, en la medida de lo posible, a lograr un mayor superávit público, y ha considerado que en la consecución de este objetivo también deberían contribuir todas las administraciones, especialmente las comunidades autónomas. “Lo importante es que los márgenes adicionales que pueda surgir por el lado de los ingresos no redunden en un incremento del gasto sino en la generación de un mayor superávit”, añadió.
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