El Caja Rioja vence en un partido con poco brillo
Caja Rioja: Deforest (7), Francois (11), Mediano (17), Albano (19), Rodríguez (5) -quinteto inicial-, Carreto (2), Arévalo, Molina, Herrero y De Santana (4).
Leyma Coruña: Lino (8), Seijo, Joseph (21), Arzallus (2), Catchings (7) -quinteto inicial-, Rodríguez (3), Suárez (7), Hernández (4), Uzal (7) y Pereira (5).
Parciales: 16-11, 37-22 (descanso), 58-43 y 75-64 (final); Arbitros: Pagán (Cataluña) y Coladas (Andalucía). Excluyeron por faltas personales a los locales Rodríguez y De Santana y al visitante Catchings.
CAJA RIOJA 75 - LEYMA CORUÑA 64
El Clavijo Caja Rioja se presentó ante su afición con ganas de revancha después de sufrir una contundente derrota la pasada semana ante el Tarragona (98-60). Su rival de esta nueva jornada fue el Leyma Coruña, un equipo con problemas físicos en sus jugadores interiores.
El primer cuarto mostró aún las lagunas con las cuentan los cajeros y comenzaron yendo por debajo en el marcador hasta posicionarse en un 10-9. En este momento, los locales se mantuvieron por delante en todo momento.
Al paso de los primeros minutos se notab aque el equipo riojano era mejor que su rival prácticamente todo el partido pero dejó claro que todavía no confía mucho en sí mismo; encaró el último cuarto con más de quince puntos de renta y cuando su rival trató de reaccionar y redujo la diferencia casi se descompone.
El Caja Rioja debió ganar con más tranquilidad, porque evidenció tener un oso más de calidad y experiencia que un Leyma Coruña que casi se redujo a Roberth Joseph (34 de valoración). De hecho, el pívot haitiano superó con claridad a los tres interiores riojanos que trataron de pararle, De Santana, Herrero y Rodríguez, éste último sigue muy por debajo de su nivel, pero estuvo muy solo.
Así era difícil sacar adelante un partido que se rompió antes del descanso (37-22) gracias a los primeros triples de Albano, que celebró su partido número cien con los de Logroño siendo el mejor de todo el equipo. El Caja Rioja trató de administrar esa diferencia, no hizo demasiado para aumentarla y así era complicado que su rival no buscara la remontada.
Los gallegos entonces vieron el punto débil de los riojanos y trataron de hacerles daño con balones interiores a Joseph y penetraciones a canasta. A cinco minutos del final los visitantes ya habían bajado de diez puntos de desventaja (62-53) y en los dos últimos minutos llegaron a estar a cinco (65-60).
Pero ahí terminó su esfuerzo, en una jugada extraña tras una técnica. Se impuso la lógica y ganó el mejor pero otra vez, y van dos, con poco brillo.
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