El medio siglo de un bar mítico en La Rioja
Pocos establecimientos hosteleros pueden decir lo mismo que el Bar Matías de Grávalos: cumplir 50 años ligado a la misma familia. El 6 de abril de 1961 Paula y Matías se quedaron con el bar que unos vecinos de Grávalos traspasaban. Este joven matrimonio iniciaba así su propia aventura que se convertiría durante muchos años en su modo de vida.
50 años después, la familia Arnedo Muñoz ha celebrado las 'bodas de oro' del Bar Matías rodeada de los vecinos de Grávalos y amigos llegados de otras localidades que de alguna u otra forma, se sienten ligados a un bar que lleva dando de comer y beber a muchísima gente a lo largo de su extensa existencia.
Ha habido importantes ausencias, como las del 'patriarca' Matías, que falleció hace unos años y de los hermanos de Paula que ayudaron en los duros comienzos del negocio, pero esta fiesta también ha estado llena de alegría y buenos recuerdos.
Recuerdos guarda Paula en su memoria. De los primeros tiempos, cuando el bar solo se abría los domingos y los sábados por la tarde.. “había más gente en el pueblo que ahora pero venían muchos menos al bar” asegura Paula que resalta la ayuda que recibía de sus hermanos Emiliano, Vicente y Felisa.
Con cuatro hijos pequeños era muy duro atender al bar y a la familia. “Mi hijo Juan Manuel no llegaba a la cafetera y lo recuerdo subido a una caja de gaseosas para poder alcanzar la palanca de la máquina”.
Paula pocas veces ha abandonado la barra del bar que ha sufrido transformaciones a lo largo del tiempo: “Cuando nos hicimos con el bar era la mitad de pequeño y nosotros lo ampliamos, luego hemos hecho reformas. Aquí hemos pasado muy buenos días, las navidades en familia, las matanzas que hacíamos antes.. ”.
Y es que los 50 años del Bar Matías han dado para mucho: han visto nacer y crecer generaciones de familias gravaleñas y han vivido con ellos acontecimientos históricos de todo tipo. Paula recuerda el accidente de autobús del pasado 11 de septiembre de 1958. Aunque todavía no eran los propietarios del bar, la familia colaboró en todo lo que pudo aquel día: auxiliando heridos y recogiendo los enseres que quedaron desperdigados por la carretera ya que la casa familiar está justo al lado donde se produjo el accidente.
Por todos estos días y todas estas noches, la fiesta de celebración de los 50 años del Bar Matías fue por todo lo alto: hubo momentos para el recuerdo en un acto muy emotivo en el que la familia y los vecinos rindieron un homenaje a Paula, pero también hubo espacio para la música, el espectáculo y la alegría porque 50 años no se cumplen todos los días.
Además, el Bar Matías ofreció un vermuth a todo el pueblo la mañana del domingo en el que no faltaron los de siempre, los que han acompañado a esta familia en este medio siglo y en los próximo años que vendrán.
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