El 'no' definitivo a Zelaya
El regreso de Manuel Zelaya a la presidencia de Honduras parece un hecho cada vez más lejano. El Congreso Nacional hondureño ha dado el 'no' definitivo al depuesto presidente al ratificar por una amplia mayoría el decreto emitido el pasado 28 de junio para expulsar a Zelaya del país mediante un golpe de Estado.
La vuelta de Zelaya a la presidencia del país fue rechazada por 111 de los 128 legisladores del Congreso (sólo 14 votaron a favor y tres se ausentaron), después de más de nueve horas de debate, en el que se escucharon los informes de la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República y el Comisionado de los derechos humanos.
El Partido Nacional de Porfirio Lobo, ganador de las elecciones celebradas el pasado domingo en el país centroamericano, votó en bloque en contra la restitución del presidente, como también lo hicieron la mayoría de los diputados del Partido Liberal de Zelaya.
La votación se produjo conforme al acuerdo de Tegucigalpa-San José, que en su preámbulo establecía que debía ser el Congreso quien decidiera la restitución o no del presidente derrocado. El informe de la Fiscalía leído señalaba que la vuelta al poder de Zelaya era “jurídicamente insostenible”, además de “inaceptable e insostenible”.
La Corte Suprema de Justicia también emitió un informe en contra de la restitución del mandatario depuesto, recordando que había cometido seis delitos, entre ellos el de traición a la patria, desobediencia a órdenes judiciales, violación de los deberes de los funcionarios y abuso de autoridad.
Por su parte, el presidente de facto Roberto Micheletti, que regresaba hoy al cargo después de un “periodo de reflexión” de una semana, indicó tras la votación que Zelaya está obligado a aceptar la resolución del Congreso en virtud del pacto de Tegucigalpa-San José, en declaraciones recogidas por el diario 'El Heraldo', aunque también advirtió de que faltaban varios puntos del acuerdo por cumplir.
La decisión del Congreso también fue respaldada por el líder del Partido Nacional y el presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo. “Yo respaldo lo que el Congreso decidió esta noche [...], respeto la decisión del Congreso”, dijo Lobo en declaraciones al noticiario de Canal 5 recogidas por Radio América.
Ante esta decisión del Congreso Nacional, el Frente Nacional contra el Golpe de Estado en Honduras ha anunciado que no reconocerá el resultado de la sesión.
Simpatizantes de Zelaya se congregaron en las inmediaciones de la Cámara para esperar a la decisión del órgano, aunque se retiraron como señal de protesta por el retraso de unos debates que se prolongaron durante horas. El Frente entiende que los legisladores estaban prolongando la sesión de forma innecesario, en un pleno que incluso calificaron de “espectáculo”, según informó Tele Sur.
La resistencia contra el golpe tiene previsto volver a juntarse este jueves para continuar con unas protestas que se iniciaron hace más de cinco meses.
Al conocer la noticia, Zelaya ha declarado a través de un comunicado publicado por el diario última Hora, “hoy el pueblo esta comprobando cuales son los verdaderos enemigos de la democracia que participan en elecciones pero que traicionan al pueblo […] Hoy la élite económica y mediática celebra a través de sus instrumentos de dominación”.
Además, llamó a “no parar de luchar contra la dictadura”, insistió en no reconocer las elecciones del pasado domingo y calificó a Porfirio Lobo como “el presidente del Fraude”. “Vienen tiempos en los que se nos va a aplicar la pena de muerte, se devaluará nuestra moneda, subirá el costo de la vida y se reducirá el poder adquisitivo” dijo.
Por otro lado, la comunidad internacional se mantiene dividida respecto a la validez de las elecciones. Hasta el momento sólo Israel, Panamá, Perú, Estados Unidos y Costa Rica han anunciado que aceptarán el resultado de los comicios.
Estados Unidos, así como México y España, han dicho que las elecciones fueron limpias, pero que es necesario el restablecimiento del orden constitucional, roto desde que Zelaya fue expulsado del país a punta de pistola por los militares el pasado 28 de junio.
Una mayoría de países latinoamericanos, con Brasil y Venezuela a la cabeza, han dicho que no reconocerán a Lobo nunca porque sería avalar al gobierno de facto.
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