El Nobel de la Paz, apoyo a una política
Estamos de enhorabuena. Con la concesión del Premio Nobel de la Paz a Barack Obama, se otorga el premio no por los méritos contraídos a favor de la paz, sino por la potencialidad de una postura para traer la paz.
Si Kissinger obtuvo el premio, fue por haber conseguido la firma de la paz de Vietnan. Obama no ha conseguido nada, pero está abriendo caminos, y esto es lo que se ha premiado. Aunque la Comisión del Nobel de la Paz afirme que se le otorga por lo que ya ha hecho en los nueve meses de presidencia, el significado profundo es de apoyo a la esperanza.
De esta forma, la concesión del Nobel de la Paz, adquiere una nueva dimensión. Los miembros del Comité del premio han hecho un apuesta arriesgada. Con su visión han reforzado a la persona que impulsa una nueva forma de hacer política.
Este premio viene a renovar la ilusión que la sociedad está poniendo en el camino del cambio.
Y llega en un momento en que esta línea política estaba necesitando algún gesto de apoyo. Los medios de comunicación estaban generalizando la crítica hacia Obama. Desde la puesta en cuestión de sus procedimientos: “La palabra no puede cambiar las cosas”, “una cosa son los discursos y otra los hechos”, está siendo la forma más suave de cuestionar la capacidad de Obama.
Los ataques, incluso de los amigos, no cesarán. Ya se ha podido ver que se ha calificado este premio de “Inadecuado e inoportuno”, y en un blog puede leerse: “Paz? Cuál paz? hasta él mismo se sorprendió porque sabe que no ha hecho nada de todo lo que les prometió a los americanos, ya es el hazmereir de todos...” que refleja muchas de las opiniones.
La dificultad está en la capacidad para percibir la eficacia de una actitud, que, dada la naturaleza y la envergadura de los problemas con los que se enfrenta, sólo puede dar resultado a largo plazo.
Bienvenido sea este premio. Ayuda en el compromiso del Sr. Barack Obama con el cambio hacia otra sociedad, justa, en paz y solidaria.
0