El peor ambiente
Sin médico, sin masajista, sin entrenador y casi sin autobuses. Así partió ayer el Logroñés a Cuenca con la difícil misión de puntuar en el campo del sexto clasificado. Lo extradeportivo ha logrado crear el peor ambiente posible para disputar un partido de fútbol y la situación comienza a acercarse demasiado a los partidos previos a la huelga de Binéfar.
Como entonces, Hortelano está poniendo una lenta puntilla económica al Logroñés. Está dejando a los jugadores sin sueldo, los trabajadores del equipo ya no le siguen incondicionalmente y cada día que pasa pone una nueva piedra en el descrédito del presidente, que, por desgracia, se contagia al Logroñés como club.
El ambiente está a punto de explotar. Los jugadores reconocen que ya no pueden más y Agustín Abadía sabe de la difícil situación de alguno de ellos. Pese a todo, hoy deben pisar el campo, en una situación poco amable también: recuperado pero renqueante Zeki, en ataque el Logroñés pierde a Tomi y Omar.
Puesto que ayer ganaron dos equipos de la zona baja, el Logroñés debe intentar puntuar para que la tabla no se rompa. Pero delante está un Cuenca que puede aprovechar el tropiezo del Barakaldo para ponerse a sólo un punto del 'play off¡. Su técnico, Antonio Cazalilla, tiene las bajas de Javi Soria, por sanción, y Raúl Casañ y Gil, por lesión; es decir, que se queda sin centro del campo.
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