El peso de una condecoración de Micheletti
Aceptar una condecoración no siempre supone un motivo de alegría y orgullo, en ocasiones aceptar determinados premios puede costar el cargo a quién es galardonado. Así le ha ocurrido al embajador de El Salvador en Honduras, Sigifredo Ochoa Pérez, quien ha sido destituido por haber aceptado una condecoración entregada por el gobierno de facto que preside Roberto Micheletti, Ejecutivo que no ha sido reconocido por el mandatario Mauricio Funes.
Según ha informado el Ministerio de Exteriores salvadoreño, este hecho constituye una “violación a la Constitución” por parte de Ochoa Pérez, así como una “falta grave en el ejercicio de sus funciones”, al recibir sin la autorización de la presidencia salvadoreña una condecoración de esta naturaleza.
El diplomático recibió del ministro interino de Exteriores de Honduras, Carlos López Contreras, la Orden de Francisco Morazán en el grado de Gran Cruz Placa de Plata sin que esto haya sido siquiera consultado al Poder Legislativo de San Salvador.
Funes llamó a consultas a Ochoa Pérez tras “los malhadados” hechos ocurridos durante el golpe de Estado del pasado 28 de junio
cuando fue derrocado el entonces mandatario Manuel Zelaya, dando paso a un gobierno de facto que no ha sido reconocido por la mayor parte de la comunidad internacional.
El Ministerio de Exteriores ha informado a la Fiscalía de El Salvador sobre los “hechos que motivan esta decisión” a fin de que investigue “la eventual comisión del delito de infidelidad en negocios de Estado” tipificado en las leyes salvadoreñas.
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