El PP critica el proyecto 'Calles Abiertas': “la ciudad no puede permitirse dar tumbos prueba-error”

Los concejales del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Logroño, Antonio Ruiz y Patricia Lapeña, han solicitado este viernes al Gobierno local que reconduzca las actuaciones que está ejecutando bajo el programa ‘Calles Abiertas’ al Plan de Movilidad Urbana Sostenible.

“Solicitamos que se haga efectiva la partida presupuestaria prevista para la revisión del PMUS y que una vez que ha finalizado el estado de alarma se empiecen a programar las actuaciones de manera ordenada, integral y participada”, ha manifestado Antonio Ruiz. “Es el momento de recuperar el proceso que entraña el PMUS, y pasar de lo táctico a lo programado”.

En este sentido, han señalado que “la ciudad no puede permitirse dar tumbos, prueba-error, y someter a los vecinos a la continua improvisación en algo que afecta claramente al devenir diario de actividades personales, profesionales o comerciales”.

Los populares han reiterado la necesidad de apostar por una verdadera política de movilidad urbana sostenible, una política integradora y realista. “Las intervenciones realizadas por el Gobierno local han dado como resultado calles tristes, llenas de barreras, sin gente, y en las que el feísmo empieza a ser la nota dominante, y que además no favorecen entornos seguros y de calidad”, consideran.

Entienden que ahora el Gobierno local debe posicionar claramente si va a dar continuidad o no a los proyectos iniciados: “algunos como el de República Argentina requiere ser revisado en cuestiones como la carga y descarga; en el caso de Sagasta debe retornar a un proceso serio sobre su futuro y evolución, basado en las oportunidades reales que esa zona ofrece para conectar el Casco Antiguo con el espacio del Ebro”. En cuanto a los de las calles Fundición o Guardia Civil consideran que “deben retornar a la situación anterior hasta que haya un proyecto concreto de actuación”.

Tal y como han comentado los populares, un impulso consensuado del PMUS posibilitará implantar un modelo integrador, en el que no primen los intereses de unos pocos frente a los de otros, “una política que resuelva la complejidad del espacio público desde la convivencia y no desde el conflicto”.

Desde el Grupo Popular han recordado que la revisión del PMUS “permitirá implementar programas de aumento del espacio público por peatones, bicicletas y bus urbano; diseñar un modelo de compartición de espacios; trabajar el concepto de redes continuas de itinerarios peatonales, ciclistas, vehículos de movilidad personal; analizar y actuar sobre los puntos de mayor afluencia de la ciudad (colegios, centros de salud, espacios de ocio. etc.); trabajar en jerarquías viarias; seguir actuando en las 14 áreas pacificadas ya diseñadas y consensuadas; impulsar modos de movilidad basados en energías limpias; reducir el ruido en la ciudad; limita la velocidad en la circulación; recuperar la accesibilidad en varios puntos de la ciudad o avanzar en tratar la carga y descarga, las necesidades de estacionamiento, optimización de plazas de aparcamiento y aparcamientos disuasorios”.

“Es el instrumento a través del cual se puede dotar de vitalidad al espacio público, generando espacios atractivos, de calidad para el desarrollo de las actividades comerciales y para la estancia de los vecinos, promoviendo actuaciones que integren movilidad y urbanismo”, consideran los populares.

También han solicitado otras cuestiones de la movilidad sostenible, como itinerarios ciclistas y ampliación de BiciLog; medidas para fomentar el uso del vehículo eléctrico; instalación de puntos de recarga de coches eléctricos. En este sentido, la concejal Patricia Lapeña, ha resaltado la necesidad de adoptar medidas que fomenten y favorezcan el uso del transporte público, “verdadero motor de la movilidad urbana sostenible universal”.

“Debemos trabajar para situarnos en ratios próximos al 25% en cuanto a la participación del transporte público”, ha apuntado. Ha recordado además “algunas de las últimas medidas solicitadas en este sentido que siguen sin respuesta como la instalación de dispensadores de geles hidroalcohólicos en los autobuses, la recuperación de las frecuencias habituales, incorporación de vehículos híbridos a la flota o la implantación del pago de billete de manera telemática”.