El precio del alquiler se dispara en La Rioja y crece 5 veces más que los salarios

Vivir de alquiler se convirtió en una opción escogida durante los años de crisis por muchas familias, que huían así de la presión de contar con una hipoteca. Los precios bajaron y era posible alquilar un piso decente en La Rioja por poco más de 400 euros. Sin embargo, con la recuperación ha llegado también el incremento de precios, acompañado de un aumento de sueldos... pero no en la misma proporción.

En marzo de 2017 los alquileres eran, en nuestra comunidad, un 14,6% más altos que en el mismo mes del año anterior. Sin embargo, en abril los salarios crecieron sólo un 3% con respecto al año anterior. El aumento del coste para alquilar, por tanto, multiplica por casi 5 la subida del sueldo medio de los trabajadores, según los datos de pisos.com y la Encuesta de Coste Laboral que elaborar el Instituto Nacional de Estadística cada trimestre.

Así, el precio medio de la vivienda en Logroño era de 499 euros en 2015 y sólo 2 años más tarde, en 2017, ascendió a 625 euros. Logroño es la segunda capital con más crecimiento, pero este aumento no se corresponde con los sueldos.

El alquiler sube todos los meses

Además, la subida es imparable mes tras mes, sólo en abril el alquiler ha sido un 5% más caro que el año anterior y así todos los meses. Ya no es tan ventajoso vivir de alquiler y el alza no tiene visos de parar. ¿A qué se debe este incremento?

Los motivos hay que buscarlos en la diferencia tan grande entre oferta y demanda. De hecho, el desajuste entre la oferta de pisos y la demanda de gente que busca vivienda en alquiler es en La Rioja del 37%. La oferta de alquiler es insuficiente, por tanto, para cubrir la ingente demanda de viviendas por parte de los inquilinos.

Cada vez menos viviendas de alquiler en La Rioja

Como ha detallado a Rioja2 Juan Ramón Liébana, secretario de la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja, “no hay mucha vivienda de alquiler en La Rioja”, debido a la “falta de protección del propietario”. Liébana considera necesario reformar la Ley de Arrendamiento Urbano y la Ley de Enjuiciamiento Civil para dotar de una mayor protección a los arrendadores que “no se fían” de poner su vivienda en alquiler.

A eso se suma que “las nuevas parejas deciden acceder a la vivienda por la vía del alquiler”. Tras muchos años de paralización del sector inmobiliario, la demanda ha aumentado, pero “no se han hecho los deberes y no se han puesto en marcha las medidas necesarias”, lamenta. Habrá que esperar a los resultados del Plan de Vivienda del Ministerio de Fomento, que impulsará el arrendamiento.