El PSOE baraja un adelanto electoral a noviembre
La caída coyuntural del paro en el período de tiempo que va de abril a septiembre es prácticamente periódico y se repite todos los años. Es, por otro lado, el argumento que algunos socialistas esgrimen en Ferraz para no esperar a marzo de 2012 en previsión de que, nuevamente, repunte la tasa de desempleo.
Los socialistas coinciden en señalar que de aquí a casi la primavera de 2012 pueden suceder muchas cosas, pero pocas que puedan hacer que el viento electoral sople a favor del vicepresidente del gobierno, quien ya anunciaba el viernes en el Consejo de Ministros que abandonará sus funciones como Ministro del Interior (al menos) cuando se aproxime la fecha de las elecciones. Rubalcaba vino a señalar ante la prensa que era lógico que dadas las funciones de su cargo al frente de Interior debería abandonar la cartera. Cuándo es una incógnita que no desveló, pero que podría resolverse en poco tiempo si atendemos al calendario de primarias socialistas. Este lunes finaliza el plazo para la presentación de los avales (22.000) necesarios para que cualquier militante pueda presentarse a primarias. En caso de que sea candidato único, como es de preveer, Rubalcaba podría tener el camino más que despejado.
Pero, por partes, una de las mayores preocupaciones de la cúpula socialista es el desempleo. Es cierto que en los últimos dos meses se ha experimentado un descenso global importante, pero los datos desgranados apuntan al factor estacional, ya que de lo contrario nuevamente habría vuelto a subir. Durante el verano y ante la esperada reactivación del turismo en nuestro país, volverá a producirse un descenso marcado en las colas del paro, unos datos que pueden hacer valer a Rubalcaba como candidato para el mes de noviembre, fecha probable para un adelante electoral.
El 22-M ha marcado un antes y un después
en el PSOE. Nadie en Ferraz esperaba una derrota electoral de tales dimensiones. Fue, como reconocían algunos dirigentes, una derrota “histórica”, a pesar de que Blanco, que hasta ahora había dirigido con éxito todas las campañas, se aventuraba a afirmar que las semanas previas a las elecciones solían deparar una subida en intención de voto para los socialistas, algo que finalmente no se produjo. Tras las configuración de los ayuntamientos, el PP gobierna en 33 capitales de provincia. El PSOE tan solo lo hace en Cuenca, Toledo, Segovia, Soria, Zaragoza, Lleida y Tarragona. Su poder territorial ha quedado mermado y residual, un problema de envergadura para uno de los dos grandes partidos nacionales.
El descontento por la crisis y las cifras del paro ha barrido al PSOE. De ahí que si Rubalcaba sale candidato único a las primarias, el próximo hito sea el 9 de julio, fecha en que se celebra el comité federal del PSOE. Será en ese momento cuando Rubalcaba sea proclamado candidato a la presidencia del Gobierno, de manera oficial. Y es que el PSOE tiene a estas alturas de la legislatura demasiados frentes abiertos como conseguir darle fin con holgura: la estabilidad parlamentaria en entredicha, la dificultad de confeccionar unos PGE ajustados y pendientes de pactos con partidos minoritarios, así como el clima social y el enfrentamiento entre patronal y sindicatos en torno a la reforma de la negociación colectiva.
En septiembre, si todo sigue su curso, se habría de celebrar la conferencia política, momento más que probable para anunciar unas elecciones anticipadas para el otoño. Noviembre sería la fecha elegida, aunque a día de hoy es una conjetura más, puesto que el presidente del Gobierno y el vicepresidente Rubalcaba ya están en plena negociación de los PGE junto a la vicepresidenta Salgado en conversaciones con CiU y PNV, principales avales para las últimas cuentas de Zapatero en Moncloa. Mientras, el PP subido a la cresta de la ola de la victoria azuza al Gobierno para proclamar cuanto antes un período electoral que abra las puertas del Palacio de la Moncloa a Mariano Rajoy.
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