El Rincón del Buen Decir: De maletas, turismo y viajes
Definitivamente, necesito unas vacaciones. Ayer mismo me paré a pensar qué hacer si tuviese unos días libres y, qué mejor que irme a hacer turismo. Pero como todavía no es mi turno de coger vacaciones, tendré que conformarme con dedicar unas líneas a esas palabras que usamos cuando decidimos hacer un viaje o disfrutar de unos días de turismo por cualquier remoto lugar del mundo.
El Diccionario de la Real Academia define la palabra turismo, de procedencia inglesa, como la 'actividad o hecho de viajar por placer'. Por lo tanto un turista será aquel que, con un merecido descanso, se permite el lujo de viajar y conocer otros lugares y culturas. Se diferencia del viajero en que este último hay muchas veces que el placer lo deja aparcado y tiene que desplazarse por necesidad u obligación.
Cuando una persona viaja a otro país, aunque sea el país vecino, recibirá el nombre de forastero, apodado de esta forma por los oriundos del lugar. En España presumimos de una palabra que engloba a todos aquellos turistas de habla extranjera, preferiblemente alemanes o ingleses, esta es guiri. La palabra guiri procede, según el DRAE, de un acotamiento de la voz del euskera “guiristino”, antigua denominación de “cristino”, por aquello de los que estaban a favor de la reina Cristina en época carlista.
Dependiendo del dinero que rellene nuestros bolsillos y del tipo de turismo que nos interese podemos elegir diferentes alojamientos para pasar nuestros días de descanso y relax. Entre las diversas opciones que encontramos, podemos elegir quedarnos en un hotel, del francés “hôtel”, 'establecimiento de hostelería capaz de alojar con comodidad a huéspedes o viajeros', que puede ser de encanto si se encuentra en un lugar privilegiado, con unas vistas únicas y unas instalaciones inmejorables; un hostal, del latín “hospitalis”; un motel, del inglés “motel”, acrónimo de motorcar, 'automóvil', y hotel, 'hotel', y que es un 'establecimiento situado generalmente fuera de los núcleos urbanos y en las proximidades de las carreteras'; podemos también reservar un apartamento, o un apartahotel, acrónimo de apartamento y hotel, y que no aparece recogido en nuestro diccionario de cabecera; si el alojamiento es de categoría inferior al hotel o más antiguo, esteremos alojados en una “fonda”; y si es dado a albergar a viajantes y campesinos, se tratará de una posada. Aunque, dependiendo de la zona de España en la que nos alojemos, las casas pueden recibir diferentes nombres, como por ejemplo, en la zona de Andalucía, donde nos alojaremos en cortijos.
Si lo que deseamos es disfrutar de días de campo, de montaña, y comprobar cómo es la vida en un pueblo, olvídense ya de ir a la casa de los abuelos, váyanse a una casa rural, que como su propio nombre indica, les alejará en mundanal ruido urbano y les adentrará en los entresijos del mundo rural. Pero si lo suyo es la acampada también puede hacer turismo alojándose en un camping, un 'campamento al aire libre', aunque últimamente se han ido llenando de bungalows, que no son hoteles, pero emulan una casita de madera que hará las veces de cabaña, para todos aquellos para los que dormir en el suelo no sea tan cómodo como divertido. Una voz ésta recogida del inglés que el DRAE recoge entre sus términos.
Ahora llega lo más importante, cómo viajar. Puede utilizar los clásicos medios de transporte, el coche, el autobús o el tren. Aunque también puede marcarse un viaje en condiciones y realizar un crucero, digamos por ejemplo, por el Mediterráneo. El DRAE define la palabra crucero, en su sexta acepción como 'viaje de recreo en barco, con distintas escalas', aunque esta definición no hace justicia a las instalaciones, propias del mejor hotel, a las dimensiones y a los recorridos que dichos barquitos realizan.
También puede viajar en avión. Pero, ¿en qué avión? Hay muchos tipos de aviones, los hay jumbo, airbus comerciales, de pasajeros, de mercancías, ultrasónicos..., ¿cuál eligen? Y, ¿qué tipo de vuelo? Chárter, larga distancia, corta distancia... Lo que sí les aseguramos es que en todos ellos habrá más de una azafata, que les indicará los procedimientos a seguir en caso de emergencia; y probablemente hayan sido reservados por un tour operador. Como recomendación en los viajes en este tipo de transporte les diremos que lleguen pronto al aeropuerto, ya que pueden encontrar que haya overbooking, 'venta de plazas en número superior al disponible', en cuyo caso tendrán que proceder al reencaminamiento, vamos que le montarán en otro avión con plazas disponibles. Y cuidado con el tráfico aéreo, ya que a semejantes alturas, encontrarse con una congestión debe provocar más de una turbulencia. Un par de cosas más: no se olvide de facturar en condiciones sus maletas, ya que al avión sólo podrá subir con una bolsa de mano, no para quitarse el frío de los dedillos, sino para llevar los artículos que vaya a necesitar durante su viaje; y en los largos viajes, cuidado ya que puede sufrir diversas molestias corporales que reciben el nombre de “jet lag”.
Al parecer no sólo hay un turismo, sino que la carta ofrece más de dos entre los que elegir. Disponemos, por ejemplo del agroturismo, al que ya hacíamos referencia cuando hablábamos de las casas rurales, y que básicamente intenta integrar a las personas “de ciudad” en el mundo rural; también del turismo de aventura, dentro del que todas las palabras terminadas en -ing tienen cabida, así como puenting o rafting, aunque también el surf, el windsurf o el snowboard; si viajamos con niños podemos optar por acudir a un parque temático, o lo que es lo mismo un parque de atracciones de los de toda la vida.
Esta semana hemos visto la multitud de palabras que usamos casi sin querer cuando nos disponemos a hacer turismo o a viajar ya sea por placer o por obligación. Seguramente hayamos olvidado algún término que es común en este léxico tan amplio. Si tienen alguna palabra que compartir con nosotros no duden en mandar su comentario.
0