España da un paso más y pasa a cuartos
La selección española de balonmano firmó su clasificación para los cuartos de final del torneo de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 tras derrotar a Brasil por un ajustado 36-35, después de complicarse innecesariamente la vida cuando tenía el partido ganado y ver como David Barrufet hacía dos paradas espectaculares evitando un discreto empate.
Los españoles necesitaban obligatoriamente sumar para pasar de ronda, mientras que los brasileños querían sorprender y enviar a casa antes de tiempo a la campeona del mundo de 2005. La 'canarinha' plantó cara al principio, pero tras el inicio demoledor del descanso, parecía que España lograría el pase sin problemas.
Nada más lejos de la realidad, el combinado nacional, que llegó a dominar por ocho goles en la segunda parte, se relajó en exceso y casi regala un empate a los de Jordi Ribera, que se cruzaron con un ágil Barrufet, autor de dos paradas consecutivas salvadoras, aunque el empate habría dado igualmente el pase. El rival se conocerá al término de la jornada dada la igualada en el grupo B.
El inicio y el final no fueron nada esperanzadores para una España, obligada a mejorar la imagen dada ante Francia. Juan Carlos Pastor tuvo que cambiar pronto el 5-1 defensivo por el que había optado de salida. Los brasileños, con desdoblamientos en la zona de pivote y con la aportación del central Pacheco (12 goles, 8 en la primera parte), plantaban cara, aprovechando la fragilidad defensiva del combinado nacional.
Las paradas de Hombrados no servían para que España mandase en el marcador, y los errores en ataque provocaban que los de Jordi Ribera se asentasen e incluso gozasen de dos goles de renta. Sin embargo, con el paso de los minutos, Brasil bajó su efectividad y la selección, guiada por Alberto Entrerríos, tomó la delantera.
Así, un parcial de 4-0 provocó el primer despegue serio de la campeona del mundo de 2005 y obligando a Ribera a pedir tiempo muerto para ajustar su juego. La 'canarinha' reaccionó de la mano de Pacheco y se acercó en el marcador, pero la aportación de Iker Romero, un siete metros detenido por Hombrados y un gol postrero del mayor de los Entrerríos, 'tocado' al final del encuentro, mantuvieron a España con una cómoda renta al descanso (20-17).
BUEN INICIO, HORRIBLE FINAL
El guión cambió en la segunda mitad. Pese a haber perdido por tres exclusiones a Carlos Prieto en la primera mitad, la selección endureció su defensa y dejó al descubierto las deficiencias del rival. En ataque, los jugadores de primera línea seguían superando sin problemas la defensa, y en cinco minutos, España encarriló el partido a su favor con un 5-0 de parcial.
Llegó entonces la relajación y Brasil, con dependencia exclusiva de Pacheco, fue recortando hasta situarse a dos goles a falta de un minuto. Con presión en toda la pista robaron y un nuevo error les dio la opción de empatar, cosa que evitó Barrufet, aunque la defensa española volvió a quedar en evidencia encajando 35 tantos.
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