Fallece el guardia civil que mató a tiros a su ex novio
Las fuentes del centro hospitalario del Gregorio Marañón han confirmado que Ángel Luís de la Torre ha fallecido. El agente se pegó un tiro en la frente unos 40 segundos después de descerrajarle seis a su ex pareja. Al parecer había mantenido una relación sentimental con la víctima que terminó hace medio año, tal y como explican sus allegados y fuentes del diario El País. Marcos Hernández, socorrista de profesión, tenía ahora otra pareja y esto pudo ser una de las causas del asesinato, ya que amigos del fallecido explican que el sargento no encajó muy bien la ruptura. También manejan la hipótesis de un problema de una deuda mantenida entre ambos. Ángel Luís llamó el lunes por la noche al que había sido su novio para decirle que tenía pensado matarle, según ha relatado una amiga de ambos.
El agresor era Ángel Luis J.T., de 45 años, sargento de la Guardia Civil destinado en una unidad de vehículos de la Benemérita en Madrid, mientras que el muerto es Marcos Hernández de veintiocho años. El suceso tuvo lugar a primera hora de la tarde en el vestuario masculino de un gimnasio de la cadena Holiday Gym de la plaza de la República Dominicana 8 de Madrid. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía han confirmado a la agencia Efe que a las 16:40 horas se recibió una llamada en el 091 alertando de que se acababa de producir un tiroteo en el interior de un gimnasio.
El fallecido presentaba varias heridas por arma de fuego y los sanitarios sólo han podido certificar su muerte.
El otro varón presentaba una herida, también por arma de fuego, en la cabeza, por lo que fue estabilizado y trasladado con pronóstico muy grave al Hospital Gregorio Marañón.
Los usuarios del Holiday Gym de la plaza de la República Dominicana pensaban que los ruidos eran por obras en las instalaciones, hasta que vieron cómo algunos socios desnudos corrían por las escaleras vistiéndose sobre la marcha y alertando de un tiroteo en el vestuario masculino. Un deportista que se encontraba en la ducha en ese mismo momento, fue quien avisó al resto de clientes. De acuerdo con los testimonios, se escucharon varios golpes o detonaciones, unos 5 o 6 al principio y después de una pausa, otro más.
Según un testigo, ambos podrían haber llegado juntos al gimnasio.
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