Francia se gastó 171 millones en la presidencia europea
Una vez más Francia ha hecho historia, la presidencia gala de la Unión Europea ha sido la más cara de todas las que han ocupado este cargo en la organización internacional. Así lo muestra el informe elaborado por el Tribunal de Cuentas de Francia, que recientemente ha remitido a la Comisión de Finanzas del Senado galo.
Haciéndose eco de este documento, la Web Mediapart.fr revelaba cómo el presidente Nicolas Sarkozy se había gastado 171 millones de euros en la presidencia francesa de la Unión Europea en el segundo semestre de 2008, es decir, un millón al día.
En un contexto de crisis económica global, toda la prensa francesa ha recogido esta información y no ha tardado en subrayar cómo la presidencia francesa ha sido la más cara de la historia, situándose muy por encima de la media que los distintos países suelen destinar a este cometido, el cual ronda los 70 u 80 millones de euros.
Por su parte, el gobierno español ha anunciado un presupuesto para su presidencia en el primer semestre de 2010 de 90 millones de euros.
El presupuesto es muy superior al destinado por Francia en presidencias anteriores si bien en el caso de la última, la de 2000 con Jacques Chirac al frente del país y a la que se destinaron 57 millones de euros, se trataba aún de una Unión Europea a quince.
El Tribunal de Cuentas resalta en el informe que hubo una “programación excesivamente cargada”
, “la multiplicación y el coste a veces elevado de las operaciones” y “la utilidad pública variable” de los 489 actos, entre ellos 25 reuniones intermisteriales y nueve cumbres internacionales, celebrados bajo la presidencia francesa.
Para el presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, Jean Arthuis, “no todos estos actos eran indispensables” y “su número no contribuyó al éxito de Francia, que se juzga por dos o tres acontecimientos, como la gestión de la crisis o de la guerra en Georgia”.
Según el Tribunal de Cuentas, entre los gastos más desmedidos destacan los 16,6 millones de euros que se gastaron en la organización de la cumbre constitutiva de la Unión por el Mediterráneo (UPM) en julio de 2008, más de un millón de los cuales se destinó específicamente a la cena de los jefes de Estado y de gobierno invitados.
El presidente del Tribunal de Cuentas, Philippe Séguin, lamenta en el informe que “no se puede hacer ninguna valoración seria sobre cuánto impacto tuvieron los múltiples acontecimientos”, muchos de los cuales, según él, “se organizaron de forma urgente”.
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