Froome alarga su liderato en Logroño
Diecisiete finales de etapa ha acogido Logroño y en esta ocasión se puede decir que el paso de la Vuelta de España por La Rioja ha sido importante. Cierto que no decisivo, pero después de los dos últimos recuerdos -victorias de Degenkolb al sprint en 2012 y 2014-, Froome está decidido a incluir su nombre como uno de los vencederos de la Vuelta después de tres segundos puestos. Ha dado un paso de gigante. Era lo esperado. Los Nibali, Zakarin, Kelderman o Contador contarán aún con tres jornadas en las que tratar de romper el guión marcado por el Sky: Los Mochucos -miércoles-, Monasterio de Santo Toribio Liébana -jueves- y Angliru -sábado-, tres finales en alto.
Pero es evidente que esta decimosexta etapa, Circuito de Navarra de Los Arcos-Logroño, será recordada por la victoria parcial del ciclista británico, aunque nacido en Naioribi (Kenia), y por el salto de calidad dado por Kelderman (Team Sunweb). Froome llegaba con 61 segundos de ventaja respecto a Nibali y afrontará las últimas cinco etapas con 57 más de margen sobre el italiano. Dada la calidad del jefe de filas del Sky y el equipo que le lleva en volandas es de intuir que tiempo más que suficiente para inscribir su nombre en la historia de la Vuelta. Con ese objetivo, tras su cuarta victoria en el Tour, inició esta aventura hace más de dos semanas.
Una lástima para Ludvigsson, por ejemplo, que llegó exhausto al Espolón y que se dejó caer en cuanto superó la meta. Fue el primer ciclista que superó los 50 kilómetros por hora y su esfuerzo le costó. Un anónimo que quiso sus minutos de gloria, acabó sexto en la etapa a 1.07 de Froome. De no haber sido por los que pelean por subirse a lo más alto, lo habría conseguido.
KELDERMAN; INESPERADA SORPRESA
Desde el arranque de la etapa, en el circuito de Navarra de Los Arcos, donde se hizo un homenaje a Ángel Nieto, se pudo comprobar quiénes se tomaron el día de mero trámite o quiénes iban con intención de hacer ruido. Los que están entre los mejores estaban obligados, los especialistas también y luego quedaban las sorpresas. Entre las negativas, aparecieron los que más sufren contra el crono, como el colombiano, que Chaves (Orica) que rápidamente fue doblado por Kelderman y que se dejó cuatro minutos en los 40,2 kilómetros. Por su parte, López (Astaná), ganador de dos etapas ya, también cedió posiciones en la general, es sexto, pero estuvo más fino que el italiano y supuesto jefe de filas de su equipo, Aru, séptimo.
El que avisó, de partida, fue el holandés Kelderman. Marcó el mejor tiempo al paso por el primer punto intermedio (13 kilómetros) y demostraba que por algo fue campeón contrarreloj de Holanda en 2015. Lo hizo, además, en la parte más dura cuando el viento no era de cara y cuando más toboganes y repechos había. Porque desde que se dejaba Torres del Río la etapa era más favorable en todos los aspectos y desde que se pasaba Viana todo era un camino suave hacia el circuito urbano de Logroño.
El integrante del Team Sunweb se gustó. Elegante sobre la bicicleta. Con una cadencia equilibrada. Sin exabruptos. Resultó su día, el de la confirmación de que quiere asomarse al podio. Hasta la fecha estaba ahí, sin hacer mucho ruido, sin dejarse ver, aguantando lo que podía, dejándose llevar por los escaladores, como esperando su oportunidad. Y la ha sabido aprovechar cuando debía. El problema es que ahora será una referencia para los que quieran empujarle hacia atrás. Lo tendrán complicado. Pero ahí está su tercera posición a 2.40 de Froome, con el que sólo cedió 29 segundos en la capital riojana.
El que fue de menos a más fue Froome. A los 13 kilómetros se dejaba 23 segundos con el holandés y a los 28 kilómetros (segundo punto intermedio) ya iba por delante, con 22 de ventaja. Si la fuerza de Kelderman era inesperada, la del británico no sorprendió. Dio la sensación de que supo regular para después imponer el rodillo. Sin prisas, sin pausas. Para que se confíen sus rivales, como Nibali que durante la primera parte de la etapa iba por delante del maillot rojo.
Es más, cuando ya era el mejor dosificó esfuerzos y continuó con su progresión para simplemente, ahí es nada, ganar. Superar en 29 segundos a Kelderman y meterle otros 57 segundos a Nibali (Baréin-Mérida) para dejarlo a prácticamente dos minutos de la general gracias a sus 47 minutos en la contrarreloj. Y eso que ‘el Tiburón’ fue a más para terminar tercero en la etapa y superar en línea de meta a Zakarin (Katusha) y a Contador (Trek), ambos con idéntico tiempo (47.59).
Mención aparte para el de Pinto que en su última contrarreloj ha demostrado que lo está dando todo. A escasos días de jubilarse de la bicicleta ha escalado hasta la quinta posición (era noveno) y ve el podio a dos minutos y 18 segundos -Froome queda a casi cinco minutos-. Sabiendo el espíritu combativo de Contador es de esperar que en las próximas etapas trate de seguir mejorando y quién sabe si será capaz de recortarle a Kelderman o a Zakarin. El propio protagonista acabó “contento” porque “no tenía referencias”. Para los días que faltan no da pistas; “veremos qué podemos hacer”. Lo dice con cara pícara aunque asumiendo que “se me complica el podio porque Kelderman y Zakarin tiene bastante ventaja”.
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