Gaddafi tacha a la oposición de “pequeño grupo”

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La crisis que está viviendo Libia, que ha puesto al país al borde de una guerra civil, continúa con la impasible postura del hasta ahora líder del país Muammar al Gaddafi. El que fuera mandatario de este Estado magrebí durante 42 años ha afirmado que permanecerá en el país a pesar de las protestas contra el régimen, de las que responsabilizó a fuerzas extranjeras y a la red terrorista Al Qaeda , según una entrevista telefónica concedida por el dirigente a la televisión serbia Pink.

“Estoy aquí, no me marcho”

, ha proclamado Gaddafi desde Trípoli. El dirigente libio ha declarado además que los opositores son sólo un “pequeño grupo” que ya se encuentra rodeado y que pronto serán derrotados.

Pero el mandatario libio no sólo se ha mostrado firme ante la oposición interna, también ha mostrado una actitud retadora a la comunidad internacional. Así, tras conocer la decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de aprobar por unanimidad una resolución que impone sanciones contra su gobierno, Gaddafi ha declarado: “La ONU no tiene derecho a entrometerse en los asuntos internos de otros países a menos que un país esté atacando a otro Estado”.

En ese sentido, acusó al Consejo de Seguridad de “adoptar decisiones sobre la base de noticias de los medios de comunicación”, por lo que le instó a abrir una investigación sobre la situación real en Libia. “La gente de Libia me apoya. Los pequeños grupos de rebeldes están rodeados y se tratará con ellos”, ha apuntado. “El Ejército y la Policía han intercambiado disparos con estos individuos, estas bandas, pero ha habido pocos muertos”, dijo.

En cualquier caso, negó que en estos momentos se estén produciendo combates. “Ahora mismo no hay ningún incidente. Libia está en paz completa”, ha asegurado.

En esta misma línea se ha pronunciado uno de sus hijos, Saif al Islam, quien ha asegurado que la situación en el país se encuentra bajo control y que todos los incidentes violentos y políticos reflejados en los últimos días se deben nada más que a distorsiones producidas por los medios de comunicación.

“Hay una enorme diferencia entre la realidad y las noticias”, declaró Al Islam en una entrevista a la cadena estadounidense ABC, en la que aseguró que el país está “en calma” y garantizó que tanto él como su padre “morirán” en suelo libio.

“El sur entero está en calma, el oeste está en calma, incluso parte del este”, aseguró. “Nadie abandonará este país. Vivimos aquí y moriremos aquí. Este es nuestro país, los libios son nuestra gente. Y, a mi entender, creo que estoy haciendo lo correcto”, afirmó.

La oposición gana terreno

Mientras la familia Gaddafi resta importancia a los acontecimientos y señala la calma que vive el país, la realidad muestra como los rebeldes van ganando terreno al líder libio. La última ciudad en caer bajo su control ha sido Zawiya, situada a sólo 50 kilómetros al oeste de la capital, Trípoli, según ha informado un corresponsal de la agencia Reuters que se encuentra en el lugar.

Un grupo de periodistas extranjeros ha podido llegar hasta Zawiya gracias al propio régimen de Gaddafi, que pretendía demostrar que aún conservaban la ciudad, pero una vez allí era evidente que la oposición era la que se había hecho con el control.

La bandera del reino de Libia, símbolo de los opositores, ondea ya en un edificio del centro de la ciudad ante centenares de personas que cantan “Esta es nuestra revolución”. “Zawiya es libre, como Misurata y Benghazi. Gaddafi está loco. Su gente nos ha disparado con lanzagranadas”, ha asegurado uno de los manifestantes, identificado como Mustafah.

Además, ha informado de la muerte de al menos siete personas durante los últimos enfrentamientos antes de culminarse la expulsión de la ciudad de las fuerzas afines al régimen. Anteriormente otro vecino de la ciudad había informado de al menos 50 muertos en los combates durante la noche, pero estas cifras no se han podido verificar.

En el centro de la ciudad se podían observar indicios evidentes de los enfrentamientos, tales como edificios parcialmente quemados, coches incendiados y agujeros de bala en muchas paredes. “Necesitamos justicia. La gente está muriendo. La gente de Gaddafi ha disparado a mi sobrino”, ha declarado otro testigo presencial, identificado como Chawki. “Necesitamos la ayuda de gente de fuera. Nunca utilizaríamos la fuerza para hacer daño a nadie. Sólo queremos nuestros derechos civiles [...]. Gaddafi debe irse. No hay otra forma”, dijo.

Por otro lado, los opositores han anunciado la formación del Consejo Nacional Libio, un organismo con sede en Benghazi que no será un gobierno interino, pero que sí se convertirá en la cara visible de la revolución contra el régimen.

Un portavoz del nuevo órgano, Hafiz Ghoga, ha explicado en rueda de prensa, que no creen que haya ningún margen para negociar con Gaddafi. “El principal objetivo del Consejo Nacional es ser la cara política [...] de la revolución”, ha declarado Ghoga. “No podemos llamarlo gobierno de transición. Es un consejo nacional”, dijo.

Este organismo difiere, pues, del gobierno de transición anunciado el sábado por el diario Quryna, con sede en Benghazi, y que estaría encabezado por el ex ministro de Justicia Mustafah Mohamed Abud Ajleil. Ghoga ha calificado el anuncio de Ajleil de “iniciativa personal”.

“Es prematuro hablar de elecciones. Seguimos teniendo asediada la capital”, ha señalado Ghoga, quien ha explicado que tanto los integrantes del Consejo como sus funciones aún tienen que ser definidas.

Ghoga ha aprovechado para reiterar el compromiso de la oposición con la unidad de Libia. “No existe nada parecido a una Libia dividida”, ha afirmado. Además, ha rechazado la intervención de países extranjeros y ha asegurado que no se ha mantenido ningún contacto con gobiernos de otros países. Este mismo domingo la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha asegurado que ya se han puesto en contacto con la oposición libia.

Antes de la reunión en la que se ha acordado la formación del Consejo Nacional Libia, los propios organizadores han explicado que lo que pretenden es apoyar a las ciudades en las que aún no ha triunfado la revuelta, incluida Trípoli. “Queremos ver si podemos coordinar a los ayuntamientos del este y el oeste y formar un organismo concertado”, ha indicado el abogado Salwa Bugaighis, implicado en los contactos para la formación de la coalición opositora. “Uno de los principales objetivos de este organismo es ayudar a la resistencia de Trípoli con medios, incluidos los militares”, ha indicado.

En los últimos diez días de enfrentamientos podrían ser ya unos 2.000 los muertos por los combates entre las fuerzas leales a Gaddafi y las milicias de la oposición, que cuentan con el apoyo de los militares que han decidido desertar y unirse a la protesta.

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