Gasol y Bryant someten a Boston
Los Angeles Lakers dieron el primer paso hacia la reválida de su título de campeones de la NBA, tras superar (102-89) a los Boston Celtics en el encuentro inaugural de las Finales, tras un partido en el que Kobe Bryant (30 puntos) y Pau Gasol (23 y 14 rebotes) quisieron demostrar sus galones y su inagotable espíritu competitivo, mostrándose imparables para el conjunto de Doc Rivers.
Aún con la sensación presente de la serie de hace dos años, cuando los Celtics apartaron a los Lakers del título, humillándolos en el sexto encuentro, salieron los californianos a la cancha del Staples Center. Con cierto aire de venganza en sus ojos, concentración y determinación absoluta, ante unos Celtics siempre exigentes, pero que sólo aguantaron hasta el final del segundo cuarto.
Ahí, cinco puntos consecutivos de Ron Artest cerraron un 7-0 de parcial y un despegue (44-35) del que los visitantes ya no se pudieron recuperar. Los locales se esmeraron en frenar las piezas claves rivales y Bryant se aprovechó de un Rondo mermado físicamente, Artest incomodó a Pierce, Gasol libró un duelo con Garnett, del que salió vencedor con claridad, y Allen se cargó demasiado pronto con faltas.
El pívot español, que sólo descansó algo más de un minuto por los problemas físicos de Andrew Bynum y las tempraneras faltas de Odom, ofreció lo mejor de sí mismo tanto en defensa como en ataque. El de Sant Boi acabó con 23 puntos (8/14 en tiro y 7/10 en libres), más 14 rebotes (8 ofensivos y 6 defensivos), tres asistencias y otros tantos tapones.
Ron Artest, la pieza que vino a hacer más fuertes a los Lakers el pasado verano, envió un mensaje al poco de comenzar el encuentro. Ni un minuto se llevaba de juego cuando 'se enganchó' con Paul Pierce, estrella de los 'verdes' en una trifulca, demostrando que el miedo ya no existía y que los de púrpura y oro no rechazarían esta vez un duelo físico, al borde de lo permitido.
Los Lakers se pusieron el traje de las grandes ocasiones, defendiendo a un altísimo nivel, tanto individualmente como en ayudas y rebote, y amparándose en un brillante juego colectivo en ataque, con fluida circulación y dos estiletes de la super élite de la NBA. Y es que Kobe Bryant y Pau Gasol volvieron a ofrecer un recital para el recuerdo, haciendo en cada momento lo que demandaba el choque.
En un partido muy físico, donde los árbitros se veían obligados a sancionar faltas en prácticamente cada acción, los Lakers emergieron y supieron contener prácticamente cualquier intento de Boston por asustar el 'glamouroso' aforo angelino. Con Garnett reducido por Gasol, Pierce desquiciado por Artest y Rondo mermado físicamente, los Celtics no tenían argumentos para derrocar a tan imponente equipo.
Los Lakers ya mandaban al descanso (50-41), sin haber necesitado a Bryant en su mejor versión. Pero poco tardó el '24' angelino en encender toda su maquinaría. Con catorce puntos en el tercer período acabó con su rival de un plumazo, con canastas desde todas las posiciones, mientras Pau Gasol seguía dominando bajo los aros con abrumadora superioridad.
Hasta veinte puntos de renta (84-64) tuvieron a su favor los angelinos, que no temieron en ningún momento por una victoria que sugiere ser especial. Y es que el técnico de los Lakers, Phil Jackson, se ve acompañado por un terrorífico dato en su carrera. Jamás ha perdido una serie de 'play-offs' en la que su equipo ha ganado el primer partido (47-0).
No obstante, los Celtics no encontraron soluciones, pero se espera que el próximo domingo, fecha del segundo encuentro, salgan enrabietados al parqué del Staples, sabiendo que su rival de este año, su máximo rival de siempre, aquel que más odio despierta entre sus aficionados, ha crecido de forma considerable. No sólo por ser el vigente campeón, sino por una porte de competitividad despiada que les hace, si cabe, mucho más grandes.
0