Genética de la alegría
La felicidad en la vida es resultado tanto de una mezcla genética correcta como de las circunstancias personales de cada uno, por lo que existe una predisposición hereditaria a ser feliz. Esta es la sorprendente conclusión a la que han llegado un equipo de psicólogos de la Universidad de Edimburgo y científicos del Instituto de Investigación Médica de Queensland (Australia), tras realizar un estudio sobre más de 900 parejas de mellizos.
Ser feliz es una condición determinada en parte por la personalidad, pero tanto el carácter como la felicidad se ven determinadas en gran parte por circunstancias hereditarias. Utilizando un modelo que los psicólogos utilizan para clasificar la personalidad, denominado Modelo del Factor Cinco, los investigadores encontraron que la gente que no se muestra excesivamente preocupada y que a la vez es sociable y concienzuda tiende a ser feliz. Concluyeron que esta mezcla de personalidad puede actuar como un amortiguador cuando ocurren cosas negativas, de acuerdo con un estudio publicado en el número de marzo de la revista Psychological Science, recogido por otr/press.
Los científicos utilizaron datos sobre personalidad y felicidad procedentes de 900 parejas de mellizos, e identificaron evidencias de genes comunes que daban como resultado determinados rasgos de carácter y una predisposición a la felicidad.
RESERVA AFECTIVA
Así, estas conclusiones sugieren que aquellos que son bastante afortunados como para haber heredado una mezcla de personalidad adecuada poseen una 'reserva afectiva' de felicidad que puede ser empleada para amortiguar momentos de estrés o recobrar un buen estado de ánimo.
Los investigadores indican que aunque la felicidad tenga sus raíces en nuestros genes, alrededor del 50 por ciento de las diferencias entre la gente que han sufrido una caída en su felicidad se deben a factores externos tales como fracasos sentimentales, profesionales o problemas de salud.
El doctor Alexander Weiss, de la Escuela de Filosofía, Psicología y Ciencias del Lenguaje de la Universidad de Edimburgo, que dirigió la investigación, declaró: “Junto con la vida y la libertad, la búsqueda de la felicidad es un deseo común para todos los humanos. Aunque la felicidad está sometida a una gran cantidad de influencias externas, hemos encontrado que hay un componente hereditario de la misma que puede ser enteramente explicado por la arquitectura genética de la personalidad”.
0