Golpe histórico al racismo
Ha sido una sentencia sin precedentes en el mundo del deporte. El juez titular del Juzgado Penal número 22 de Barcelona consideró que fue el racismo lo que llevó a seis de los futbolistas del Bada-Bing a agredir con brutalidad a sus contrincantes del Rosario Central (un club formado por argentinos, uruguayos, paraguayos y marroquíes) durante la disputa de un partido de la Tercera Territorial de Barcelona.
Los seis condenados deberán pagar a la víctimas de su agresión un total de 18.420 euros en concepto de daños morales y físicos. Eran siete los jugadores acusados pero sólo uno de ellos se ha librado de los cargos.
Según la sentencia, los hermanos Valentín e Israel Moreno Gómez, que permanecen encarcelados desde el altercado, fueron los autores materiales de las agresiones. Por esta razón, el primero de ellos fue condenado a seis años, nueve meses y 18 días de internamiento por los delitos de lesiones, amenazas, coacciones y desórdenes públicos con el agravante de racismo. Su hermano Israel fue castigado con una pena similar, a un total de 6 años y 9 días de prisión.
Por su parte, Jonatan Padilla deberá cumplir una pena de 3 años, 3 meses y 27 días por lesiones, coacciones y desórdenes públicos. José Luis Espada, por idénticos delitos, fue sentenciado por el juez a un total de 3 años, 3 meses y 18 días de prisión.
Las dos condenas menores, pero que implican asimismo penas de cárcel ineludible, afectan a Carlos Raya (2 años y 11 meses) y Efrén Simón, futbolista y presidente del Bada-Bing, castigado con 2 años y 1 mes por coacciones y desórdenes públicos. El juez absolvió al séptimo de los implicados, David López, porque no quedó suficientemente probado que había participado en la agresión.
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