Investigan la muerte de un hombre de 67 años hallado con signos de violencia en Haro
La Guardia Civil de Haro (La Rioja) investiga la muerte de un hombre de 67 años, Venancio B.G., soltero y vecino de localidad, cuyo cadáver fue hallado a primeras horas de ayer en su domicilio de la calle Navarra con claros signos de violencia.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Ignacio, un vecino de localidad cuya madre vive en el piso superior al del fallecido, recordó que fueron unos familiares quienes encontraron el cadáver tras recibir la llamada de un amigo alertando de que no contestaba a las llamadas efectuadas para ir a la feria de ganado de Rincón de Soto.
“Parece ser que alguien le ha esperado, alguien que conocía. O le abrió o le estaba esperando, y la ha emprendido a golpes con él, pero ha tenido que ser más de uno”, añadió.
Ignacio no cree que Venancio, quien regentó una carnicería equina en la localidad, llevara mucho dinero encima. No obstante, apuntó que si el fallecido tenía pensado ir a una feria de ganado, el agresor o agresores llegaron a la conclusión de que tenía “algún dinero más para hacer algún negocio”. “Y ése fue el móvil”, agregó.
Asimismo, se mostró sorprendido y dolido por el suceso y describió al hombre como alguien “muy normal, muy buena persona y buen amigo”. “Es que no tengo palabras, igual que sus hermanos, una familia muy conocida de ganaderos de toda la vida, y nos ha dejado desencajados”, indicó.
“Mi madre vive en el segundo y (al enterarse) tenía una tiritona que tuvimos que llamar a la asistencia médica para que le diera algún calmante. Tenía un susto en el cuerpo que para qué”, declaró.
Por su parte, Félix, otro de los vecinos de la zona, destacó la corpulencia del presuntamente asesinado. Juan Del Val, pelotari riojano residente en Santo Domingo de la Calzada, se acercó a la zona a interesarse por lo ocurrido, ya que se declaró “íntimo amigo” de la persona fallecida. “Me enteré anoche y he venido a ver a qué hora es el entierro”, afirmó.
Por su parte, Mateo, vecino del piso superior y hostelero de la zona, recordó que los vecinos no oyeron nada la noche del sábado, y que cuando él subió a su domicilio no vio nada. No obstante, lo que sí recuerda es que la puerta de Venancio estaba cerrada.
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