La amistades peligrosas
¡Qué dura es la vida del filial! A uno ya no le vale con hacer una temporada inmaculada ni con ser el líder destacado de su categoría. No: ahora hay que esperar a que los mayores hagan también sus deberes.
Es lo que le ocurre al Comillas, que firmó a principio de temporada un acuerdo de filialidad con el LCF y ahora puede estar lamentándolo. Los logroñeses han hecho una campaña impecable y, a día de hoy, son virtualmente equipo de Tercera. Pero, como el Real Madrid, ellos aún no pueden celebrar nada. Y, al contrario que los blancos, van a tener que esperar hasta el último suspiro de la temporada en Segunda B para saber si pueden sonreír o les toca llorar.
Son las amistades peligrosas. Seguramente, nadie en el Comillas pensaba que el CF iba a estar, a falta de tres jornadas, en puestos de descenso. De hecho, el club creyó sinceramente en la opción rojiblanca y se ocupó de hacer su tarea: crear un equipo de base sólida para ascender a Tercera y poder rodar así a los más jóvenes en la categoría más alta antes de que éstos tuviesen la oportunidad de dar el salto.
Desde luego, la temporada no les ha podido salir mejor. El Comillas sólo ha perdido dos partidos en toda la temporada y acumula la friolera de 21 triunfos y siete empates. Además, ha sido de largo el equipo más rocoso en defensa y sólo ha recibido 16 goles en contra, un hito difícil de igualar.
Así, a falta de cuatro partidos, el Comillas ya podría estar celebrando el ascenso. Pero ahí surge el problema: pase lo que pase, si el CF desciende, el equipo logroñés no podrá ascender a Tercera. Da igual que, en un hipotético caso, los dirigentes rojiblancos decidan cortar el grifo y 'cerrar la barraca'. No importa que decisiones tan drásticas se tomen antes del 30 de junio: en ningún momento el Comillas podría subir de categoría.
Así lo confirma el presidente de la Federación Riojana de Fútbol, Luis Mendoza: “Diciéndolo de manera drástica, ni aunque hubiese una hecatombe mundial, el Comillas podría ser equipo de Tercera si el CF no consigue la permanencia en Segunda B”. “Cada equipo firma un acuerdo de filialidad con todas las consecuencias hasta el 30 de junio y está atado a él hasta la siguiente temporada”, concluye Mendoza.
A la espera se queda el Comillas. Mientras, en Varea, seguro que están satisfechos de haber roto su relación de filialidad con el LCF: en caso contrario, el ahora quinto mejor equipo de Tercera podría militar, al año que viene, en Preferente. Los peligros de con quién te juntas.
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