La economía riojana apunta a un crecimiento con un balance positivo pero discreto
El decano del Colegio de Economistas de La Rioja, Ernesto Gómez, ha reconocido que la convocatoria de elecciones para el próximo 23 de julio “puede tener efectos en el mercado financiero”. Ante ello, lo importante es “la estabilidad” como eje vertebrador que permita “preservar la riqueza económica” y sobre todo “contar con gobiernos fuertes”.
Gómez ha hecho estas declaraciones tras presentar el contenido de la V revista Economía Riojana en la que se señala, entre otros aspectos, que la economía riojana apunta a un crecimiento con un balance positivo pero discreto tras analizar los datos de la economía en 2022. Además, como ha reconocido la inflación ha sido “la gran protagonista del pasado año” pero “ya nos encontramos en el denominado efecto 'escalón' con el que iremos viendo que se va a ir corrigiendo”.
Entre otros, la revista Economía Riojana concluye que los indicadores de actividad económica de La Rioja en 2022 fueron inferiores a los esperados y que a esta ralentización han contribuido también factores externos como la incertidumbre geopolítica, la crisis energética o el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo.
El director territorial de Ibercaja, José Ángel Pérez, el decano del Colegio de Economistas, Ernesto Gómez, y el profesor de Economía Financiera de la Universidad de La Rioja Eduardo Rodríguez han presentado hoy el último número de esta revista.
Según el profesor de la Universidad de La Rioja, “las previsiones de crecimiento apuntan hacia un balance neto positivo, con tasas nominales discretas, cuya evolución dependerá del comportamiento de las incertidumbres en los próximos meses”. La economía riojana ha mostrado una peor evolución en términos de crecimiento económico que la media nacional.
Por sectores, la actividad agrícola, que representa el 18,8% del VAB (valor añadido bruto) de La Rioja, ha disminuido en un 0,8% en 2022 con respecto al año anterior. De cara a 2023, el escenario para el sector agroalimentario no es el más optimista, según Eduardo Rodríguez
El sector de la construcción, con una caída del 20% respecto a 2019, todavía está lejos de recuperar su actividad previa a la pandemia.
Sin embargo, el sector servicios, que representa el 56,3% del PIB riojano en 2021, ha superado su nivel de actividad prepandémica. Pese a las múltiples adversidades que tuvieron lugar en 2022, la economía regional “ha mostrado una capacidad de resiliencia sorprendente”, señala el profesor de la UR.
El saldo positivo de las exportaciones e importaciones riojanas en el segundo semestre de 2022 fue de 188 millones de euros, cifra que se redujo un 17,1% respecto al mismo periodo del año anterior. En todo caso, hay que tener en cuenta que en el conjunto de España la balanza comercial es negativa.
Empleo
En el mercado de trabajo, por su parte, se ha mantenido la creación de empleo iniciada tras la pandemia. Así, coinciden en este punto las dos fuentes de referencia para analizar la evolución del empleo: Encuesta de Población Activa y Afiliados a la Seguridad Social.
Entre otros efectos positivos, el dinamismo laboral da respuesta a uno de los interrogantes que se abrió durante la pandemia y era la capacidad que iba a tener el mercado de trabajo de absorber los empleos afectados por una situación de ERTE durante la crisis provocada por el COVID. La comparación de los datos regionales con los de España es positiva para La Rioja.
En la distribución del empleo por sectores, en el cuarto trimestre de 2022, la construcción fue la que más contribuyó al crecimiento del empleo de la región, a pesar de representar solo el 7% de los ocupados totales. En cambio, las actividades manufactureras experimentaron un descenso del empleo.
Por lo que respecta a la inflación, en La Rioja alcanzó su máximo en julio de 2022, con un 11,7%. Desde entonces los precios han continuado creciendo pero a ritmos inferiores hasta el 4,1% actual (último dato disponible de abril de 2023).
Hay también factores que añaden incertidumbre: la sequía, el precio de importación de algunos alimentos, la eficacia con la que los nuevos precios de la energía y las materias primas se puedan trasladar a los procesos productivos, el final de algunas medidas del gobierno, las reacciones del sistema financiero mundial ante la subida de los tipos, la conjugación de los Bancos Centrales de objetivos opuestos (control de la inflación, crecimiento y estabilidad financiera), la guerra, la incorporación de China como demandante de materias primas y energía tras la reducción de las restricciones sanitarias, la vuelta a la aplicación de las reglas fiscales de control del déficit y la deuda pública.
La Rioja lidera el ranking de captación de fondos europeos y se espera recibir 731,45 euros por cada habitante en la comunidad.
Coyuntura nacional e internacional
Según el decano del Colegio de Economistas, Ernesto Gómez, que ha hecho un repaso de la coyuntura nacional e internacional “la menor repercusión de la crisis energética en Europa ha permitido esquivar los escenarios más negativos previstos a finales de 2022”.
El mercado del gas en Europa se ha relajado y, aunque los precios siguen siendo elevados en términos históricos, han caído con fuerza respecto al año pasado. Esta moderación de los precios energéticos se refleja en el IPC de la Zona Euro, pero en los precios de alimentos, bienes y servicios, se mantiene el episodio inflacionista.
En Estados Unidos también se ha reducido la presión de los precios energéticos y se han moderado los precios de los bienes, pero resisten los de los servicios.
En materia de coyuntura económica internacional, el crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2022 en Estados Unidos (del 2,6%) provino, en gran medida, de la acumulación de inventarios.
En Oriente, la política de “COVID cero” y la implosión de la burbuja inmobiliaria debilitaron el crecimiento de la economía china en 2022, con un crecimiento anual del 3%. Se espera una reactivación en 2023 aunque los datos hasta febrero vienen mostrando una mejora muy modesta.
Por su parte, en la Zona Euro, el PIB se estancó en el cuarto trimestre de 2022 y la lectura por componentes arroja un resultado negativo ya que cayeron el consumo privado y la inversión. Desde la perspectiva sectorial, el segmento de información y comunicaciones viene mostrando el mejor desempeño desde que comenzó la pandemia, seguido de los servicios profesionales y manufacturas.
La producción industrial se ha moderado en Europa y mantiene un comportamiento sectorial divergente mientras que en el mercado de trabajo, la tasa de paro se encuentra en mínimos del ciclo, muy por debajo de los de antes de la pandemia, si bien en algunos países se percibe un cierto deterioro.
IPC
Mientras el IPC en Europa ha crecido un 6,9% interanual en marzo y la tasa subyacente ha aumentado un 5,7%, en España el crecimiento del IPC se ha moderado gracias, en buena parte, a la contención de los precios de la electricidad. Sin embargo, los precios de los alimentos y la tasa subyacente están ofreciendo resistencia a la baja.
En España, el PIB creció en el cuarto trimestre de 2022 un 0,2%, dato que podría haber sido peor dados los problemas inflacionistas, pero sigue siendo débil si consideramos que el PIB queda un 0,9% por debajo del cuarto trimestre de 2019 (último antes de la pandemia). Además, cayeron el consumo privado (-2,8%), la inversión (-6,9%) y las exportaciones.
La capacidad de financiación de las administraciones públicas ha evolucionado de forma muy negativa en 2022, aumentando en el último trimestre su necesidad de financiación.
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