La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

La Iglesia contra la selección genética de embriones para curar hermanos enfermos

0

La Conferencia Episcopal criticó este viernes en una nota la técnica médica de los 'bebés medicamento' al entender que el reciente caso de Sevilla ha sido presentado como un éxito y un progreso científico, al margen de sus implicaciones morales.

A juicio de los obispos, el diagnóstico genético preimplantacional y la posterior selección del embrión sano más compatible con el hermano enfermo, reduce la dignidad humana a “un mero valor de utilidad”. Además, sostienen que el recién nacido que permitirá la curación de su hermano enfermo “ve conculcado su derecho a ser amado como fin en sí mismo”.

El comunicado se hace público tras el nacimiento el pasado domingo del primer bebé seleccionado para curar a su hermano, que sufre una enfermedad hereditaria, la beta-talasemia major, anemia congénita severa que le obliga a someterse a constantes transfusiones sanguíneas.

Para los obispos, mediante la técnica utilizada, el diagnóstico genético preimplantacional, los embriones obtenidos a través de la fecundación in vitro son examinados para seleccionar aquellos que no sean portadores del factor genético que puede dar lugar al desarrollo de la enfermedad heredada. Entre los seleccionados, se implantan en el útero materno aquellos embriones que presentan el perfil de compatibilidad genética más adecuado con el hermano enfermo. Los demás son destruidos o congelados.

En este punto, los obispos consideran que algunos medios de comunicación no han señalado estos días las implicaciones morales del caso y se ha puesto el énfasis en la feliz noticia del nacimiento de un niño y en la posibilidad de la curación de la enfermedad de su hermano. “Expresada así, la noticia supone un motivo de alegría para todos. Sin embargo, -sostienen- se ha silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente de aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente”.

UN NACIMIENTO ACOMPAÑADO DE LA DESTRUCCIÓN DE SUS HERMANOS

Y es que para el Episcopado en este caso el nacimiento de una persona humana “ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida”.

Los obispos cuestionan que se ha calificado el hecho como un éxito y un progreso científico. “Sin embargo, someter la vida humana a criterios de pura eficacia técnica supone reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad. Los hermanos a los que se les ha privado del derecho a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica, violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista”.

Por su parte, consideran que el hermano que finalmente ha nacido ha sido escogido por ser el más útil para una posible curación. Así, concluyen “se ha conculcado de esta manera su derecho a ser amado como un fin en sí mismo y a no ser tratado como medio instrumental de utilidad técnica”.

Los obispos resumen su postura al significar que “el hecho feliz del nacimiento de un bebé sano no puede justificar la instrumentalización a la que ha sido sometido y no basta para presentar como progreso la práctica eugenésica que ha supuesto la destrucción de sus hermanos generados in vitro”. Asimismo, precisan que con estas aclaraciones “no se juzga la conciencia ni las intenciones de nadie”. Se trata -agrega la nota- de recordar los principios éticos objetivos que tutelan la dignidad de todo ser humano.

Etiquetas
stats