La Rioja, un buen restaurante para quebrantahuesos y buitres negros
Los Agentes Forestales tienen muchas más funciones de las que conocemos. Además de la vigilancia de nuestros montes, son también los responsables del seguimiento de las especies animales. Son ellos los que siguen estos días los pasos de los tres quebrantahuesos que aparecieron por primera vez de forma simultánea en La Rioja hace unas semanas.
Los Forestales suben a las zonas más altas de los montes para observar con sus prismáticos y tratar de localizar a los tres ejemplares. Si no los ven, encienden el receptor y tratan de orientarlo para localizar la señal de los emisores que portan. El pasado domingo consiguieron localizarlos. Los tres quebrantahuesos siguen en La Rioja.
El buitre leonado es un buen indicativo para localizar a los quebrantahuesos. “Nos ayuda mucho ver buitres leonados comiendo algún cadáver, ya sea animal doméstico o salvaje, porque los quebrantahuesos suelen estar cerca de ellos”, explican los Agentes Forestales a Rioja2.
También observan cada día a los buitres negros. Esta especie es más numerosa en La Rioja. Cada día vienen a comer a La Rioja los ejemplares de buitre negro que se soltaron en Huerta de Arriba (Burgos), dentro del Proyecto Monachus, a cargo de GREFA. Todos ellos están identificados por los Forestales Riojanos gracias a los emisores de frecuencia y las señales que llevan en sus plumas, que permiten a veces su identificación a simple vista.
“El proyecto está funcionando bien e individuos nacidos en el medio natural se están acercando a comer por aquí al ver a individuos de su misma especie”, cuentan. La Rioja es un buen hogar, y sobre todo un buen restaurante, para estas curiosas especies.
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