Las hipotecas se encarecerán en 540 euros
El euríbor a doce meses cerrará el mes de octubre en el 2,11 %, su nivel más alto desde julio, lo que encarecerá las hipotecas contratadas hace un año que se revisen en noviembre en torno a 45 euros mensuales, alrededor de 540 euros al año.
La tasa de octubre supone una subida de cuatro centésimas respecto al nivel con el que cerró septiembre (2,067 %) pero de seis décimas frente a lo que marcó hace un año (1,495 %). La subida, la séptima del año, después de las de enero, febrero, marzo, abril, mayo y julio supondrá, para una hipoteca media de 150.000 euros y un plazo de amortización de 25 años, contratada hace un año y que se revise en noviembre, una subida de 45 euros mensuales o 540 euros al año.
La mayoría de los analistas calculaba que el euríbor, que suele subir o bajar en función de las subidas o bajadas de tipos de interés que aprueba el Banco Central Europeo (BCE), se situaría a finales de año en torno al 2,5 %. Durante este año, el BCE ha aprobado dos subidas de tipos, ambas de un cuarto de punto, la primera de ellas en abril y la segunda en julio.
En primavera, situó la tasa en el 1,25 %, en la que era la primera subida en cerca de tres años, y dejó entonces abierta la opción de nuevas subidas durante el año, en caso de que fueran necesarias para frenar la inflación.
Lo mismo ocurrió en julio, cuando el organismo situó los tipos en el 1,5 % y volvió a amenazar con nuevas subidas
En teoría, el BCE debería aprobar este año una última subida de tipos, tal y como anticipó su presidente, Jean Claude Trichet, cuyo mandato concluye mañana.
Sin embargo, al término de la última reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, celebrada a comienzos de octubre, Trichet, aventuró que el organismo “tiene margen de maniobra para reducirlos más si fuera necesario”.
De este modo, no se llevaría a cabo una tercera subida de tipos este año, tal y como estaba previsto, debido a la agudización de la crisis de la deuda soberana en la zona del euro y sus efectos en el crédito.
Mario Draghi, que sustituirá a Trichet al frente del BCE, despejará el próximo jueves la incógnita, al tiempo que desvelará si el mandato del banco seguirá férreamente centrado en el control de la inflación, en un momento en el que el crédito no fluye con normalidad. La semana pasada Draghi adelantó que el BCE está dispuesto a mantener sus medidas “no convencionales” ante las “disfunciones” en los mercados monetarios y financieros.
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